Germán Coppini entró en el mundo de la música a principios de los años ochenta en Vigo, adonde se había trasladado su familia. Formó, junto con Miguel Costas a la guitarra y Julián Hernández a la batería, el grupo Coco y los del 1.500, en el que hacía de vocalista. Después de diversos proyectos de corte punk, acabaría desembocando en Siniestro Total, con temas como Ayatollah! o Matar jipis en las Cies.

El cantante abandonó esta formación en 1983. Su nuevo proyecto, Golpes Bajos, le unió a Teo Cardalda, con el que editó un maxisingle en el que se incluían los clásicos Malos tiempos para la lírica y No mires a los ojos de la gente, con un estilo totalmente distinto del de Siniestro Total, con un pop preciosista y culto. Pese a su éxito, el grupo se separó en 1995.

En los últimos años, Coppini alternó periodos de silencio con colaboraciones con otros artistas. En 2007 formó el dúo Lemuripop junto con el artista multimedia Alex Brujas y con el que publicó los álbumes Primo tempo (2008) y Todas las pérdidas crean nudos (2012). En 2013 grabó América herida, en el que recreaba clásicos del repertorio sudamericano más comprometido. En las últimas semanas, sus problemas de salud le impidieron debutar con Néctar, un grupo de músicos malagueños que se orientaban hacia el pop rock de corte clásico, y con el que había grabado un álbum, aún inédito, en el que ponía la voz.