“Este completo e interesantísimo libro recorre con exposiciones que siguen criterios científicos y ejemplos gráficos la voluntad de ostentación de los cortesanos, las modas en la decoración, el cosmopolitismo de la Casa Borbón o el auge de la burguesía como verdadera aristocracia durante el siglo XIX”, explicó Ignacio González, vicepresidente y consejero de Cultura y Deporte de la Comunidad de Madrid, en el acto de presentación. “Técnicamente es de lo mejor que se ha editado nunca en esta Comunidad en materia de patrimonio”, añadió González.

Entre los edificios que cita el libro se encuentran muestras arquitectónicas que pertenecen a instituciones públicas, tales como el Palacio Real o el Palacio de Linares, a entidades privadas, como el Palacio del Marqués de Salamanca, y otras, como el Palacio de Liria, a particulares.

Palacio de Goyeneche

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La que fuera residencia de Juan de Goyeneche y Gastón, –acaudalado industrial navarro y tesorero de las reinas María de Neoburgo, María Luisa de Saboya e Isabel de Farnesio–, es otro de los edificios que analiza e ilustra la obra. Situado en calle más amplia y representativa de Madrid (Alcalá, 13) hasta la apertura de la Gran Vía, ya en el siglo XX, acoge desde 1773 una de las instituciones culturales de mayor prestigio y solera de España, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Una vez adquirido por la Academia, este palacio barroco, –diseñado por el arquitecto y escultor José Benito de Churriguera–, se sometió a varias reformas para adecuarlo a los usos docente, cultural y científico bajo la dirección de Diego de Villanueva. Su intervención permite conocer como fue el palacio en el siglo XVIII ya que conserva su estructura y mantiene la distribución original, planta simétrica en torno al eje principal. Sin embargo, De Villanueva modificó la decoración interior y exterior eliminando los elementos barrocos para adaptar el edificio al nuevo estilo oficial, el neoclásico.

Tras varias reformas, hoy el palacio de Goyeneche, –declarado Monumento Nacional en 1971–, aparece como un edificio singularizado y sencillo en su entorno, destacando por su pórtico de entrada neoclásico sobre columnas dóricas, acceso principal a uno de los museos más importantes del país y a las dependencias de una institución decana en la conservación del patrimonio histórico español.

Palacios de Madrid, en el que se han invertido tres años de trabajo, ha sido editado por la Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid con la colaboración de la Fundación Caja Madrid.