(Con el bagaje humorístico que le ha convertido en un referente, Safier cuenta en su último libro las hipotéticas andanzas de Angela Merkel que, dejando atrás su ajetreadísima existencia, decide retirarse y mudarse con su esposo, su guardaespaldas y su perrito Putin a la Alemania rural. Acostumbrada a una vida sin freno batallando con duros líderes mundiales, situaciones límite y unos insufribles tres mil banquetes de Estado, en su nueva situación no consigue relajarse. El campo le queda pequeño. Así que cuando un noble de la zona aparece muerto, una chispa se enciende en Angela: por fin un problema que resolver.

Merkel se convierte en una Miss Marple de nuestro tiempo en este peculiar homenaje a Agatha Christie tan divertido como entrañable. De sonrisa en sonrisa, Safier nos involucra en la resolución de un intrigante crimen al tiempo que nos deleita con algunas de las delirantes anécdotas de la carrera de la política, desde el aftershave con olor a desinfectante del papa Benedicto a los pegajosos besos de Berlusconi).

¿Cuánto del personaje de la protagonista hay en su libro. Se ha permitido mucha ficción sobre la vida real de la señora Merkel?

En Alemania llevamos rodeados de Angela Merkel desde hace mucho tiempo. Mis hijos tienen 22 y 20 años y no han conocido a otra canciller a lo largo de su vida. Pero es verdad que sabemos muy poco de su vida en el plano privado. Conocemos algunas cosas, por ejemplo que tiene miedo a los perros, que le encanta cocinar, especialmente repostería, y que le gusta la región en la que nació. Esa circunstancia, saber y no saber, me ha permitido tener mucha libertad para inventar su vida privada, por supuesto basándome en hechos reales, como el hecho de que está casada con un químico cuántico. He creado una historia similar a la que tienen muchos alemanes sobre la vida privada de la protagonista. Tengo muchos lectores en mi país y no pocos de ellos me han dicho que lo escrito se ajusta a lo que pensaban que debía de ser la vida de la excanciller.

Aunque el humor marca la mayor parte de su literatura, ha escrito novelas tan dramáticas como 28 días sobre el Holocausto y el gueto de Varsovia. ¿En qué género se siente más creativo como escritor?

Como escritor me interesan mucho los temas dramáticos. Ahora he escrito un guion que se está convirtiendo en una película. Una coproducción hispano-británica dirigida por Rodrigo Cortés que bajo el título El amor en su lugar se estrenará en España en diciembre. También se desarrolla en el gueto de Varsovia, como 28 días, aunque no es la misma historia. Eso demuestra que el tema me interesa muchísimo y de hecho he escrito cinco o seis historias dramáticas sobre temas que me fascinan. Dicho esto, es evidente que me encanta escribir comedias y escribo más libros de humor que de otros temas. Respondiendo a su pregunta, la verdad es que me gustan los dos géneros aunque soy consciente de que se me cataloga como un autor que escribe con humor y me gusta que así me consideren.

(La película El amor en su lugar cuenta la historia real de un grupo de actores judíos que, con la intención de llevar algo de esperanza a sus compatriotas, interpreta en el teatro una comedia musical mientras su existencia bascula entre la vida y la muerte. El guion original recrea la puesta en escena de la obra Milosc Szuka Mieszkania -literalmente: El amor busca apartamento-, que se representó en el invierno de 1942 en el teatro Fémina de Varsovia. La película es fiel al texto de la comedia musical escrita en el propio gueto por el dramaturgo y compositor Jerzy Jurandot. De las piezas musicales de la obra sólo sobrevivió la letra. La música ha sido compuesta ad hoc para la película respetando la tradición del teatro musical del momento).

¿Por qué decidió escribir sobre Angela Merkel?

En el año 2009, en una conversación con mi editor nos preguntábamos acerca de lo que haría esta mujer tan activa tras su jubilación. Esa noche estaba en mi casa viendo en televisión una serie del inspector Colombo con Peter Falk y de pronto pensé que, en esa línea, podía encajar la figura de Merkel convertida en una detective que resuelve casos una vez jubilada. También pensé en Miss Marple, la figura literaria creada por Agatha Christie, y me puse manos a la obra. Merkel en Alemania es una política muy popular, la más popular incluso entre gente que no la vota. Soy votante de Los Verdes y le tengo un gran respeto y tengo un vecino comunista de toda la vida que siempre ha votado al partido comunista y, sin embargo, la admira mucho. Todos sabemos que no está en política para meterse dinero en el bolsillo, tampoco por poder. Todo el mundo está convencido de que no se deja corromper. Todo eso queda demostrado por el hecho de que se ha despedido voluntariamente de la política. Ha sido capaz de imponerse frente a muchísimos hombres y sigue un estilo a la hora de dirigir muy alejado de altas dosis de testosterona o con egos disparados. Es una dirigente que supone una excepción en Alemania y en todo el mundo pues su estilo de ejercer la política es totalmente diferente a lo habitual. No tiene nada que ver con las formas populistas de Boris Johnson o Trump, por ejemplo. Por todo ello, estoy convencido de que echaremos de menos esa forma de hacer política. La gente la valora y la admira, entre ellos me cuento. Sabía que al escribir sobre ella los lectores no me iban a dar la espalda y así ha sido. Dicho esto conviene señalar que en la novela Merkel se muda a su patria chica, la región en el este de Alemania en la que la extrema derecha es muy fuerte. Y siendo realistas hay que recordar que en esa zona del país hay mucha gente que la odia.  

Sin embargo y aunque la admire usted ha lamentado que el cambio climático no haya sido uno de los temas centrales de su política…

En efecto. La lucha contra el cambio climático ha quedado en el tintero de su gestión. Como tampoco ha sido tema central de la inmensa mayoría de los gobiernos del mundo. A unos años vista, que es como debe evaluarse una gestión gubernamental, acaso tengamos que concluir que ha sido una mala época en el período Merkel el hecho de no haber dedicado muchos más esfuerzos al cambio climático. Podría ser… aunque en términos generales la valoración de su gestión es buena.

¿Sabe si ha leído su libro la señora Merkel?

La editorial le remitió un libro y he recibido una carta en la que comenta que se ha alegrado mucho de haberlo recibido. Confío en que lo lea y le guste. No puedo decir más porque la verdad es que no sé si ha podido leerlo.  

El tono del libro, en el que alude continuamente al discurrir del día a día, es muy humano. ¿Es algo premeditado o surgió así a medida que iba escribiendo?

Es una buena cuestión que no me había planteado. A veces es difícil escribir sobre cosas sencillas sin que parezca algo forzado. En el caso de este libro tenemos al guardaespaldas de la protagonista, al que le encanta comer. A ella, para matar el aburrimiento, le gusta hacer tartas que el guardaespaldas come compulsivamente. He intentado describir a lo largo de la obra situaciones que el común de los mortales vivimos de forma cotidiana, como eso que tanta gente se pregunta cuando se jubila: ¿qué hago ahora? o qué puedo hacer para, siendo ya mayor, encontrar nuevos amigos con los que compartir el tiempo pues sabemos que a medida que tenemos más años aumentan la dificultades para hacer nuevos amigos. Tenía el deseo de escribir sobre esas pequeñas situaciones más humanas. Dentro de las novelas de humor que he escrito esta es la única que no lleva una porción de realismo mágico. A diferencia de otros libros y guiones para cine y televisión que he escrito, en éste el humor está un poco atenuado por la descripción de la vida cotidiana y eso acaso lleva al tono humano que apunta.  

¿Tiene previsto seguir con las andanzas de la ex – canciller en próximos libros?

Me gustó tanto escribir sobre ella y sobre su entorno que nada más concluir la primera comencé a escribir una segunda novela, sin saber que la primera iba a funcionar tan bien. Afortunadamente podemos decir que el primero está siendo un gran éxito, de modo que el segundo se publicará. Pero como me interesan muchos otros temas, no tengo ninguna intención de convertir esto en una serie. No le voy a dedicar mi vida de escritor a Angela Merkel.

Votante confeso de Los Verdes y escritor que nunca ha escondido sus preocupaciones sociales y políticas, en el momento actual, ¿cómo ve a Alemania?

Tras las recientes elecciones tenemos un nuevo Gobierno que es muy favorable a Europa. Será uno de los países que más se beneficien económicamente de la Unión Europea. Cada vez está más claro que Alemania tiene que apoyar más a otros países y esto ha quedado especialmente reflejado con la crisis del COVID-19. Y esperamos que en los próximos años y en materia climática Alemania sea capaz de introducir una serie de estándares que contribuyan a mejorar la necesaria lucha contra los efectos del cambio climático.

¿Y cómo observa a España?

He venido mucho a este país que me encanta. Me gusta España y el carácter de los españoles. Considero que es una población bastante sosegada, con un admirable temperamento solidario. Pero si la observamos desde la distancia vemos que aquí el populismo está subiendo de manera preocupante. Hay otras cosas de España que pueden resultar irritantes cuando se leen en Alemania porque no se pueden entender muy bien. En los medios de comunicación siempre aparece el conflicto de Cataluña, pero realmente nadie logra entenderlo muy bien en un país tan democrático como éste. Es una pena que en los medios alemanes, aparte del tema mencionado, no se publique mucho sobre este país. Creo que hay más interés aquí por Alemania que a la inversa. Para la política alemana la mirada, en primera instancia, va dirigida a Francia. También gozan de gran atención Polonia y Hungría, porque son dos países muy complicados, e Italia porque su deuda es muy elevada. En cualquier caso me parece muy interesante que en la ciudad en la que yo vivo cada vez oigo hablar en español a mucha más gente. Eso me alegra mucho.


“En todos mis libros me interesa recalcar el potencial positivo de los seres humanos. Lo que es capaz de ofrecer. Me atraen e interesan las historias positivas. El humor es siempre necesario porque reírse es la mejor medicina”, lo dice David Safier al despedirse con una abierta sonrisa en la cara. Esa que su obra dibuja en los rostros de sus millones de lectores.