Retratando a personajes fascinantes y relatando la implementación de políticas transformadoras y episodios gloriosos, así como tiempos oscuros que erosionaron la libertad, este libro monumental ofrece una visión completa de los desafíos y logros de los regímenes democráticos. Además, analiza con exhaustividad cómo las peculiaridades históricas y culturales de Hispanoamérica han moldeado su relación con la democracia liberal, ofreciendo al lector valiosas herramientas para abordar los dilemas actuales y comprender la importancia que presenta la cuestión de la democracia.

Muñoz Machado ha acometido la ciclópea tarea de escribir este ensayo estimulado, antes que por cualquier otra curiosidad intelectual, por el hecho de que, en lo que va de siglo XXI, se ha puesto de moda renegar de la democracia liberal y promover fórmulas de gobierno que, aunque no desplacen del todo sus instituciones y valores, las «complementen». El autor vuelve sus ojos concretamente a Hispanoamérica, en tanto sus movimientos políticos, sin abandonar los valores del constitucionalismo, han tratado de crear un nuevo paradigma, un modelo diferenciado con sus propios principios y reglas.
«Este es un libro que reivindica la capacidad de los americanos para autogobernarse según las pautas de la democracia representativa. Es decir, montando gobiernos basados en la soberanía popular, en la separación de poderes y en la garantía de los derechos. Esta capacidad –en la que creo firmemente– está siendo puesta en cuestión en la actualidad por grupos políticos e iniciativas de muchos tipos, que pretenden que la democracia representativa es ya una maquinaria obsoleta, que debe ser cambiada por otros modelos. Y han inventado una fórmula nueva: la nueva democracia, la democracia experimental, la neodemocracia, el neoconstitucionalismo, que, aunque no pierden de vista los valores de la democracia liberal tradicional, les añaden principios que, en parte, la desvirtúan. No tanto porque esos principios o valores sean inaceptables –algunos son perfectamente razonables–, sino por la forma en que son aplicados por los imperantes del momento en cada país. Esa es la idea que cruza la totalidad del libro, desde las independencias hasta los regímenes actuales. Desde Bolívar hasta Maduro».
Y la gran pregunta que guía su análisis es: ¿qué ha ocurrido con la democracia en Hispanoamérica para que sea tan frágil? ¿Por qué no se ha estabilizado? Muñoz Machado señala como causa probable que América, cuando se independizó de España, pasó por un largo período en el que tenía que formar sus propios Estados. Y recuerda que un Estado, para ser tal, tiene que identificar un soberano, tener un territorio y una ciudadanía, que debe ser titular última del poder: «Y la mayor parte de las nuevas naciones americanas no tenían definidas ninguna de las tres cosas. No se sabía muy bien quién era el soberano, porque lo disputaban los antiguos terratenientes, los criollos poderosos, los militares salidos de las guerras de la independencia –con mucho prestigio y con voluntad de seguir mandando–. Respecto del territorio, también había disputa: unos pretendían ser soberanos sobre las haciendas provinciales, otros sobre las bases municipales, otros sobre los antiguos virreinatos. No estaba definido el territorio, y tardó casi un siglo en concretarse. Y, en cuanto a la población, no se aplicaba el principio fundamental proclamado por todas las constituciones liberales desde la Revolución Francesa: la igualdad. En Europa costó aplicarlo, pero en América, durante muchos años, simplemente no se hizo efectivo. Porque cuando se hablaba de igualdad, se referían exclusivamente a los criollos que gobernaban».
Tampoco se olvida de que, «a las muchas dificultades que han tenido las democracias en Hispanoamérica, se añadió una más: contar con el consentimiento, o al menos la tolerancia, del imperio del norte, que en ocasiones ayudó, pero en otras estorbó bastante a la consolidación de regímenes democráticos».
Como resumió Sergio Ramírez en la presentación de la obra: «Esta es una historia de las constituciones y de los esfuerzos por establecer la democracia como una regla en Hispanoamérica después de la Constitución de Cádiz. Una obra que permite hacer un recorrido extenso por la historia de nuestros países: por sus vicisitudes, sus desgracias, sus frustraciones, sus grandes idealismos y los grandes momentos de la utopía, muy pronto convertidos, en la mayoría de los casos, en distopías».
Con sus mil páginas, De la democracia en Hispanoamérica es, en realidad, dos libros: el que leemos y el corpus bibliográfico, que es en sí mismo una verdadera tesis doctoral.
Santiago Muñoz Machado (Pozoblanco, 1949) es jurista, académico, escritor y editor. Dirige la Real Academia Española (RAE) y es presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE). Es Premio Nacional de Ensayo (2013, por Informe sobre España. Repensar el Estado o destruirlo) y Premio Nacional de Historia (2018, por Hablamos la misma lengua. Historia política del español en América desde la conquista a las independencias).