En su conversación se refiere a las mentiras que, tenidas como ciertas, le han desvelado sus entrevistados y a las verdades históricas irrefutables que aún no son tenidas como tales. Al señalar al personaje que le hubiera gustado interrogar, Velasco no duda: el cardenal Cisneros, «que por culpa de la Inquisición ha sido históricamente maltratado».

Entrevistas con historia recopila sesenta entrevistas realizadas por los periodistas y escritores Javier Velasco y David Yagüe a firmas imprescindibles, tanto españolas como extranjeras, de la novela histórica contemporánea. Sesenta conversaciones que fueron publicadas en su día en el periódico 20 minutos y la revista digital Todo Literatura, medios en los que Yagüe y Velasco han venido desarrollando una amplia labor informativa, así como de divulgación de la cultura y, en concreto, de la narrativa histórica.

Un libro fundamental para conocer las opiniones y confidencias de nombres indispensables de la literatura actual como Matilde Asensi, Valerio Massimo Manfredi, Xavier Güell, José Ángel Mañas, Luis Zueco, Lindsey Davis, Santiago Posteguillo, Ildefonso Falcones, Kate Mosse, Eva Díaz Pérez, Antonio Cabanas o Ken Follet.

– Empecemos por el final, ¿cuál sería el mensaje que le gustaría que le quedase al lector tras la lectura de este libro?

La novela histórica es un género en alza. Me gustaría que el lector del libro se sienta atraído por la historia y por las novelas que le acerquen a hechos poco o nada conocidos. El mensaje es que nuestra historia guarda muchos secretos y olvidos, y no hay nada mejor que adentrarse en ello de la mano de estos novelistas que han derrochado ingenio y trabajo riguroso en sus obras.

– ¿Es partidario de que la novela histórica no se ciña estrictamente a los hechos que relata?

La novela histórica es ante todo ficción pero, una vez dicho esto, hay que señalar que este tipo de novelas tienen que ser rigurosas con los hechos históricos, estos no se pueden falsear o manipular. Pero los autores pueden rellenar con su imaginación pasajes que tienen que ser creíbles para el lector actual. Temas como los sentimientos no se tratan en los libros de historia y en las novela de género sí.

– ¿Qué autor le ha cautivado más?

Son muchos los autores que me han cautivado durante las entrevistas que he realizado, pero tengo especial predilección por unos más que por otros y que no se moleste nadie. Si tuviese que quedarme con tres escogería a Luis Zueco, autor del prólogo del libro, Antonio Cabanas y Eva Díaz Pérez.

– ¿A qué personaje de la historia le hubiera gustado entrevistar?

Al cardenal Cisneros, al que creo que la historia ha tratado bastante mal por todo eso de la Inquisición y creo que se obvia la gran labor que hizo en favor de la educación. No olvidemos que la Universidad Complutense, que él tenía pensado establecer en su pueblo natal, Torrelaguna, no se pudo hacer por la poca altura de miras de sus autoridades, y tuvo que irse a Alcalá de Henares para fundarla.

– ¿Qué hecho histórico destacaría de los abordados a lo largo de las entrevistas?

Son muchos los acontecimientos que se cuentan en el libro, pero si he de quedarme con uno es el que narra Gonzalo Giner en su libro Las ventanas del cielo, donde nos cuenta la historia de Hugo de Covarrubias, constructor de las vidrieras más hermosas de España, las de la Cartuja de Miraflores en Burgos.

– ¿Cuál ha sido su mayor sorpresa a lo largo de estas conversaciones?

Entrevistando a Olalla García sobre su libro Pueblo sin rey pude aprender mucho sobre los comuneros y la guerra de la Comunidades. Esta rebelión contra el joven Carlos V fue muy importante para el devenir del reino. Aunque parezca mentira esta historia no se ha contado como se merece. Gracias a la autora madrileña hemos podido conocer como ciudades como Toledo o Guadalajara tuvieron mucho que decir para que se produjese este acontecimiento.

– ¿Qué mentira histórica (tenida como cierta) le han desvelado sus entrevistados?

Álber Vázquez nos cuenta en su libro Poniente la verdad histórica sobre la primera vuelta al mundo. Realmente el hacedor de esta hazaña fue Juan Sebastián Elcano. Magallanes tenía pensado llegar a las Islas de las Especias y volver por donde había llegado, pero al morir, fue Elcano el que tomo la decisión de deshacerse de uno de los barcos que le quedaban –el Trinidad–, reunir todas las especias en la nave Victoria y emprender el camino de regreso por el Índico hacia Cabo Verde, ya que creía que los portugueses le iban persiguiendo. Antonio Pigafetta era un mentiroso consumado y, además, un cobarde. No entiendo por qué se le hizo caso con la enorme cantidad de mentiras que contó.

– ¿Sobre qué verdad irrefutable conviene insistir para aclararla de una vez por todas?

Fernando Martínez Laínez nos cuenta en su trilogía La senda de los Tercios su epopeya en Flandes. Se han contado muchas historias con inexactitudes, pero la realidad es tozuda y en aquellas tierras los soldados españoles y sus aliados suizos, alemanes e italianos realizaron grandes gestas. Hubo equivocaciones, sí, pero el comportamiento de nuestros ejércitos y de sus jefes fue intachable. Lamentablemente se luchó por unas tierras que no nos aportaban gran cosa.

– ¿Con qué sentiría compensado el esfuerzo realizado para poner ante el lector estas Entrevistas con historia?

Si al terminar el libro el lector siente la necesidad de acercarse a una librería o a una biblioteca a comprar o conseguir uno de los libros de los muchos autores que entrevistamos. Esa sería la mejor recompensa que podríamos tener. Tenemos un déficit a la hora de conocer nuestra historia y entre todos tenemos que colaborar para empezar a solventarlo.

– ¿Por qué no debemos dejar de acercarnos a éste libro?

Entrevistas con historia es el resultado de muchos años de trabajo. Hemos volcado en él las mejores entrevistas que hemos realizado en los 10 últimos años y creo que el leerlo dará una buena perspectiva del panorama de la novela histórica actual. Es verdad que se han quedado muchas buenas entrevistas en el tintero, pero confiemos en que los editores nos pidan más para incluirlas en futuros libros.