¿Se siente satisfecha del lanzamiento en España de su primer novela?

Muy satisfecha. También lo estoy con la inglesa y con la americana. La verdad es que una vez publicados mis libros nunca miro atrás. Acaso por miedo, no sé. En el único momento en que reviso alguna de mis obras es cuando tengo que leer algún pasaje en alguna presentación. Pero ante éste que tenemos ahora delante, acaso por ser la primera vez que publico en español, estoy especialmente ilusionada.

¿Cómo ha sido el proceso de El álbum de fotos?

Empecé a escribir este libro en el año 2004. Fue entonces cuando surgió la primera idea pero terminé la versión definitiva en inglés la primavera pasada. Ha sido, pues, un proceso de gestación bastante largo. Probablemente por ello estoy contenta al ver el resultado.

¿Cuánto hay de historia pura y dura, de realidad, y cuánto de ficción en este libro?

He utilizado bastantes pasajes de la historia. Los he utilizado como perchas para ir colgando mi historia. Aunque todos los personajes son de ficción, las cosas que les suceden son reales y han pasado de verdad. De hecho, por ejemplo, mi abuelo murió en Gallípoli. En cierto modo, los hechos sucedidos los empleo como alfileres que van sujetando y dándole forma a lo que quiero contar.

Tras la lectura de su primera obra en español, ¿qué mensaje le gustaría que quedase en el lector?

Difícil cuestión. En el fondo no me lo he planteado. Si pudiera dar respuesta rápida a esta pregunta acaso no hubiera escrito la novela. La historia de esta familia inglesa a lo largo del siglo XX no es una cuestión sencilla; es difícil de capturar por la complejidad de la época vivida. Esta familia comparte muchos rasgos con la mía pero no es la mía. Acaso el mensaje alude a lo complicado que puede resultar la vida.

Ya desde el título la obra es muy gráfica…

Me gusta esta puntualización puesto que el libro está narrado como si fuera una sucesión de postales. Mi intención, en efecto, es que fuera muy gráfica.

¿De esa plasticidad se puede deducir un interés especial por el arte?

La cultura visual está muy presente en nuestras vidas. A mí, personalmente, me interesa de modo muy especial. También me interesa la transición entre lo estático, la imagen estática y el movimiento. El arte es importante en mi vida. En este libro hay referencias a Caravaggio y a su portentoso cuadro La muerte de san Juan Bautista. También hay referencias a películas y a fotografías. Yo vi el cuadro de Caravaggio que he mencionado en el momento en que asesinaban en Irak a unos rehenes. Probablemente este dramático acontecimiento hizo que se fijaran en mi cabeza y en mi obra el cuadro y aquel drama.

No tengo formación artística ni talento para las artes plásticas, pero el arte me interesa mucho y lo busco a conciencia.

Tiene esta obra un final abierto en el que la esperanza juega un papel importante, ¿busca usted de forma premeditada ese espacio para el lector?

Veo que ha leído con interés mi obra. Eso que sugiere es así. Juego con los tiempos verbales y paso de utilizar el presente a utilizar el futuro, en ese juego pretendo dejar espacios para que el lector se implique.

¿Cómo fidelizaría al lector español? ¿Por qué debería leer su obra?

Es una historia, la de un grupo de personas, en la que no todo es fácil, no todo es alegría. Es una historia de una familia inglesa pero las dinámicas son reconocibles independientemente de la ubicación de lo que se cuenta. Las tensiones generacionales no saben de nacionalidades, son universales. Cuando escribo no lo hago para un lector concreto, sino para alguien que es diferente a mí y me gusta pensar que ese lector va a poder compartir ese mundo que estoy creando. Eso es lo que me gustaría conseguir con mi trabajo y con mi literatura.

La supongo consciente de que dentro de ese libro hay una película…

Bueno eso está bien… me interesa mucho la forma de expresión que el cine representa.

¿En qué anda metida? ¿Alguna otra obra?

Hasta ahora no he hablado prácticamente de mi próximo proyecto. He sido muy cautelosa con una obra que ya está bastante avanzada. Me fascina Jane Austen no solamente por su parte más visual, la luminosidad de su prosa, las tramas tan perfectamente trazadas, sino también y sobre todo por el mundo que está en segundo plano. Las historias de las novelas de Austen que no se cuentan. Esos personajes que pertenecen a la clase trabajadora. En Inglaterra hay muchísimos libros sobre las clases sociales altas y como se enfrentan a la guerra, pero muchos menos sobre los lacayos, los cocineros, las personas que limpian… alguien tiene que llevar el correo, alguien tiene que preparar la cena, tiene que limpiar. Toda esa gente que está también en las casas pudientes. Arriba la gente baila y se enamora, pero abajo también hay acción y esa acción centra mi atención.

¿Es su intención hablar de la frustración, al modo de Dickens por ejemplo, como figura literaria?

Esa idea de la frustración está ahí. Me encanta Dickens. Crecí con sus libros. Es un autor mucho más desordenado que Austen, mucho más caótico. Mi novela también contempla que la frustración es un elemento muy creativo, en ese sentido es política. Quiero hablar de las relaciones, de cómo la clase social determina el destino de los personajes. He leído mucho sobre las clases sociales menos pudientes durante el período de Jane Austen y he comprobado que en ellas había una actividad cultural muy viva que no se deja ver en el mundo ordenado y refinado de Austen. Sobre todo eso estoy trabajando y escribiendo.

El álbum de fotos

Jo Baker

Traductor: Alejandro Palomas

Alevosía. Ediciones Siruela

460 páginas