Millán comenzó a figurar como impresora en 1536, tras fallecer su marido, el impresor Pedro Hardouyn. En 1545 contraería matrimonio con Diego Hernández, que se haría cargo de la imprenta hasta su muerte en 1548, momento en el que Juana retoma el negocio. Así pues, su caso es análogo a los de Jerónima Gales o Catalina de Barrio, que también se hicieron cargo de las imprentas regentadas por sus maridos al fallecer éstos.

Las mujeres en la imprenta

Tan sólo existe información de otra mujer con actividad anterior a la de Juana: Inés Ruiz [aparece en la guía de mujeres impresoras de la BNE], que habría trabajado en Sevilla a la altura de 1527; no obstante, no se conserva ninguna impresión en la que aparezca su nombre.

Además de ser la primera mujer que aparece como impresora en España, Juana Millán es uno de los primeros nombres en la historia de la imprenta zaragozana del siglo XVI: sólo la preceden Jorge Coci, Leonardo Hutz y su marido Pedro Hardouyn.

En suma, con la adquisición de esta obra, la BNE lleva a cabo una significativa contribución al conocimiento de la historia del libro hispano en el siglo XVI y, más en concreto, del papel desempeñado por las mujeres en el desarrollo de la imprenta en nuestro país