Al miedo lo había dejado muy atrás, aunque no sepultado como yo hubiera querido. Los hermanos Martínez me pedían lo imposible y, cuando mi obediencia no cumplía con sus expectativas, me castigaban; salvajemente. Eso fue lo que casi sucedió hace un rato: se disponían a azotarme. Pero me rebelé y creo que maté al más grande de un martillazo. El menor se atajó y me dio un breve espacio para huir. Yo sabía que no contaría con otra oportunidad, así que escapé alejándome bastante. No lo suficiente, pero sí bastante. Sin embargo, mi error fue detenerme a la vera del arroyo, antes de cruzar el alambrado de púas por el corral de los chanchos. En un instante, caí de bruces al agua. Un tiro seco me traspasó el omóplato. A pesar del dolor, me arrastré hasta llegar acá, donde ahora estoy tendida de cara a la tierra, calcinándome. Sé que tengo pocas chances de sobrevivir. El menor de los Martínez debe estar cerca. Él es el tío del hijo que espero. Me aferro a la suerte, mi última resignación. Por estos pagos, la lástima o el consuelo no existen: acá se es duro o no se es. Como puedo, me acerco hasta un tronco flaco, de tímidas ramas y sin hojas. Su sombra parece un hilo fino que se extiende filoso hasta cortarme las manos. De repente, una bota de goma con olor a gallinero me acomoda las entrañas y percibo cómo el bebé se sacude, se queja. La brutalidad del Martínez desesperado me tumba de revés y quedo ciega por el impacto de la luz. Ya no hay tiempo ni piedad. Lo busco y lo encuentro con un caño largo que emerge desde su frente, igual al cuerno de un rinoceronte a punto de atacar. Aprieto los párpados y aguardo la embestida. Un cuerpo robusto se desmorona encima de mí, de mi reciente libertad. El estampido no tuvo el valor de alterar la pasividad del campo. A duras penas, saco mi pierna aplastada, me arrodillo y me pongo de pie. El suelo hierve bajo mis suelas. Tengo las rodillas lastimadas y la pollera hecha jirones. Camino de regreso al rancho. Cuando llegue, desenterraré el latón con los ahorros y le daré fuego a todo ese pasado. Mi único recuerdo será contarle a mi hijo que, una vez, en un pueblo lejano y desértico, una humilde niña fue vendida y sometida a… Mientras saboreo el porvenir, la silueta de un Martínez que yo consideraba muerto se planta frente a mí. Intuyo que nada de lo planeado podrá ser. Cansada, me muerdo el labio inferior y jalo el gatillo. Otra bala es más rápida que mi reacción, que mi defensa. Jadeo. De cara a la tierra, jadeo como si nunca me hubiese movido después de mi primera caída. Ya no hay vuelta atrás. El murmullo del arroyo se pierde, lentamente se pierde y me abandona. Al final, la muerte cuenta con una ventaja que a la vida siempre se le niega: nadie tiene derecho a reprocharle nada.

Sobre el Premio de Cuentos Breves Maestro Francisco González Ruiz

hoyesarte.com, primer diario de arte y cultura en español, con la colaboración de Arráez Editores y de la marca de comunicación Alabra, convoca la cuarta edición del Premio Internacional de Cuentos Breves Maestro Francisco González Ruiz, dotado con 3.000 euros y dos accésits honoríficos.

Los trabajos, de tema libre, deben estar escritos en lengua española, ser originales e inéditos, y tener una extensión mínima de 250 palabras y máxima de 1.500 palabras. Podrán concurrir todos los autores, profesionales o aficionados a la escritura que lo deseen, cualquiera que sea su nacionalidad y lugar de residencia. Cada concursante podrá presentar al certamen una única obra.

El premio constará de una fase previa y una final. Durante la previa, el Comité de Lectura seleccionará uno o más relatos que, a juicio de sus miembros, merezca pasar a la fase final entre todos los enviados hasta esa fecha. Los relatos seleccionados se irán publicando periódicamente en hoyesarte.com. Durante la fase final, el jurado elegirá de entre las obras seleccionadas y publicadas en la fase previa cuáles son las merecedoras del premio y de los dos accésits.

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Fechas clave

Apertura de admisión de originales: 30 de octubre de 2023

Cierre: 15 de mayo de 2024

Fallo: 22 de agosto de 2024

Ceremonia de entrega: Último trimestre de 2024

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