Fechadas entre 1910 y 1911 en Viena, donde Hitler intentó triunfar como pintor y fue rechazado en la escuela de pintura, las acuarelas subastadas reflejan paisajes rurales con casas, molinos e iglesias. Weissenkirchen in der Wachau (Iglesia blanca en Wachau) fue vendido por 24.000 euros a un ofertante extranjero, mientras que dos alemanes se hicieron con Zerschossene Muehle (Molino destruido) por 11.000 euros y con Haus mit Bruecke am Fluss (Casa con puente y río) por 7.000 euros.

"Diría que son de la calidad de un profesor de arte de colegio que hubiera aprendido a dibujar. Otros pensarán de otra forma, pero nosotros creemos que son de una calidad más bien modesta", señaló Weidler. Aunque se desconoce el número exactos de cuadros que pintó Hitler, los expertos estiman que la cifra podría rondar los 720, incluidos los bocetos.