Rusiñol, el artista más polifacético del Modernismo –cultivó la pintura, el teatro y el periodismo–, es sin lugar a dudas el mejor retratista de los jardines de España, un tema que empezó a pintar desde finales del siglo XIX con gran fortuna de público y ventas. Desde la exposición que celebró en la afamada galería L’Art Nouveau de París en 1899, hasta su muerte, los jardines fueron su principal fuente de inspiración y el tema que le dio fama internacional como pintor. 

Artista popular

La cotidianeidad del autor, uno de los personajes más populares del primer tercio del siglo XX en España, amigo de músicos como Manuel de Falla o Satie, o de pintores como Ramón Casas, Joaquim Mir e Ignacio Zuloaga, fue retratada en numerosas ocasiones por diversos periodistas que iban a la caza de anécdotas. En una ocasión, el artista catalán comentó a Alfonso XIII la dificultad de acceder a ciertos rincones del jardín, y fue entonces cuando el soberano lo nombró Jardinero Honorario Mayor de los Reales Jardines de Aranjuez.

El Museo Reina Sofía de Madrid conserva un óleo de dimensiones algo menores que el que Balclis subastará y que representa el mismo rincón de los jardines. Éste consiguió la Primera Medalla de la Exposición Nacional de Bellas Artes celebrada en Madrid en 1908 y se considera una de sus obras maestras.