Qi es un artista muy conocido en China, sobre todo por sus imágenes de ratones, aves y, en especial, gambas, que pintó una y otra vez hacia el final de su vida cuando otros artistas chinos se dedicaban a crear imágenes grandilocuentes.

Tercer mercado del mundo

Art Price elabora sus informes sobre ventas en subastas con los datos de 6.000 firmas de todo el mundo y hasta el año pasado el artista chino más cotizado en Occidente era Zhang Xiaogang, un creador contemporáneo que llegó al vigésimo segundo lugar de la lista en 2007.

En 2009, mientras las mayores casas de subastas de Londres y Nueva York sufrían el impacto de la crisis económica, el mercado del arte chino, y Qi en particular, se revalorizaron enormemente. El país asiático ya se ha convertido en el tercer mercado del arte más importante, detrás de Londres y Nueva York.

El récord para una obra de Qi corresponde a su cuadro Melocotones y petardos, pintado en 1952, que se vendió en Sotheby’s de Nueva York por 1,3 millones de dólares.

Principales influencias

Las principales influencias en la obra de Qi proceden del pintor Bada Shanren (también llamado Zhu Da), de principios de la dinastía Qing (1644-1911), así como de Xu Wei, artista de la dinastía Ming (1368-1644).

Baishi cuenta con su propia filosofía pictórica, expresada así: “En los discursos, emplea un lenguaje que la gente pueda comprender; en pintura, pinta lo que la gente ha visto”. Con esta idea en la mente, las obras de Baishi muestran un estilo natural, basado en su propia vida. Los temas de sus pinturas incluyen casi todo, animales, paisajes, figuras, juguetes, verduras, etc. A pesar de que no fue el primer artista en fijar su atención en las cosas pequeñas de la naturaleza, se le conoce por su hermosa e inigualable forma de pintar tales imágenes comunes. Qi también fue un teórico. Consideraba que “la pintura debe ser algo ente real e irreal. Si resulta demasiado real, la pintura es vulgar, y si es irreal, es un engaño a la gente”.