Se trata de una de las tres únicas versiones en las que Bouguereau mostró a los amantes Cupido y Psique como dos jóvenes adultos, pues en otras pinturas recurrió a niños o querubines para explicar el mito de la unión entre el dios y su enamorada. El amor fue un tema recurrente en la trayectoria del pintor francés que durante su carrera se inspiró en la mitología grecorromana y sus divinidades para la composición de sus obras.

Cuerpos con vida

Caracterizada por el aspecto alargado de sus figuras, intensificado por su suspensión en el aire, la escala en la que está realizada la pintura permite dirigir la atención hacia su piel y musculatura que sugiere cuerpos con vida.

Bouguereau fue uno de los principales representantes de la corriente academicista de la pintura que se desarrolló en Francia durante el siglo XIX, y que estuvo marcada por el seguimiento de las normas clásicas establecidas por la Academia de Bellas Artes de París.