El manuscrito, que nunca fue publicado, es un tributo que Twain quiso rendir a su hija mayor, fallecida en 1896. "El manuscrito forma parte de una colección que cuenta con otros objetos, como cartas y fotografías. Se trata de una mirada excepcional no sólo hacia Mark Twain, el humorista escandaloso y subido de tono, sino también de Samuel Langhorne Clemens (nombre real de Twain), un padre y un marido devoto", ha informado Sotheby’s.

Entre las piezas destaca una carta fechada en 1868 destinada a su futuro suegro, a quien Twain intentaba convencer de la idoneidad de su matrimonio.