La obra se convirtió en la pieza estrella en una puja dedicada al Surrealismo en la que se vendieron otras cuatro obras del artista catalán, además de piezas de René Magritte, Marc Chagall, Francis Picabia, Jean (Hans) Arp y Max Ernst.

La tela, de 1953, emplea algunos de los elementos más recurrentes del pintor en la década de 1950, como son los pájaros, los árboles, el sol y la luna.

Con esa cifra, Pintura (mujeres, luna, pájaros) superó a L’oiseau au plumage déployé vole vers l’arbre argenté, también de Miró, un óleo sobre lienzo que alcanzó los 9,1 millones de libras (12,2 millones de euros). De las seis obras del pintor catalán, solo L’échelle de l’évasion no llegó al precio estimado.