Joan Jett y Paul Westerberg. Let´s Do It (Let´s Fall In Love)

Miembros, respectivamente, de dos bandas tan sobresalientes como las Runaways y los Replacements y responsables de sendas formidables carreras en solitario, Joan Jett y Paul Westerberg unieron sus voces y la potencia de sus guitarras para hacer esta fantástica y ultraenergética versión del clásico de Cole Porter. Popularizada sobre todo por Ella Fitzgerald, la canción ha sido interpretada por numerosísimos artistas, incluyendo a Dina Washington, Frank Sinatra y Shirley MacLaine, Diana Ross, Chico Buarque o Alanis Morrisette. Ninguno apretó tanto el acelerador como Joan y Paul, que la grabaron para la banda sonora de la película Tank Girl (Rachel Talalay, 1995).

Dan Auerbach. Shine On Me

Reputado productor, compositor y multinstrumentista, Dan Auerbach es conocido, sobre todo, por su carrera al frente de los Black Keys, una de las bandas de rock más notables de la escena alternativa americana de las dos últimas décadas. En 2017, sin embargo, Auerbach editó un espléndido álbum de pop de corte clásico e influencias setenteras al que pertenece esta verdadera delicia.

Spencer Davis Group. Keep On Running

Todo un clásico del beat y el ryhthm and blues británico de los sesenta. La banda de Spencer Davis (fallecido el pasado mes de octubre) y el excelso vocalista Steve Winwood cosechó un enorme éxito con esta fabulosa canción de inspiración soulera y guitarras crujientes que alcanzó el número uno de las listas inglesas en noviembre de 1965. (Hay, por cierto, una estupenda versión a cargo del grupo nuevaolero madrileño Los Elegantes que estos días resulta más que apropiada. Su título: Bajo cero).

Rubinoos. I Wanna be Your Boyfriend

Pocos grupos lograron recuperar la inocencia del mejor pop de los años sesenta, añadiendo a sus canciones una dosis extra de energía y, sobre todo, unas maravillosas armonías vocales. Aunque su mayor éxito fue una versión (el I Think We Are Alone Now de Tommy James And The Shondells) sus dos primeros álbumes estaban llenos de canciones fabulosas como esta.

Farrah. Swings And Roundabouts

Si en el mundo -y, en particular, en el mundo de la música- existiera la justicia, Farrah serían rutilantes estrellas del pop. Pero la excelencia de Jez Ashurst, el cantante, guitarrista y principal compositor del grupo londinense es disfrutada solamente por los más atentos descubridores de talentos ocultos en el subsuelo. Esta maravilla que habría podido firmar el mismísimo Paul McCartney en sus momentos más inspirados pertenece a su cuarto y último disco, Farrah, editado en 2010.

Lemonheads. I´ll Do It Anyway

Sacaron varios discos más que decentes y fueron una de las formaciones más aclamadas de la escena alternativa americana de los primeros años noventa. Incluida en el álbum Come On Feel The Lemonheads, su mejor canción es esta soleada pieza que cuenta con la decisiva colaboración, en el imbatible estribillo, de toda una musa de la época, la también compositora y vocalista Juliana Hatfield.

Fountains Of Wayne. A Dip In The Ocean

Conocido por haber firmado la estupenda canción central de la banda sonora de The Wonders (dirigida por Tom Hanks en 1996), a Adam Schlesinger se lo llevó por delante el maldito virus el año pasado cuando contaba solamente 52 años. Era productor, músico y compositor de fino talento que puso sus canciones al servicio de bandas como Ivy, Tinted Windows, Fever High y, sobre todo, Fountains Of Wayne, con la que giró por nuestro país en varias ocasiones. Incluida en su último y seguramente mejor álbum, A Dip In The Ocean es solo una pequeña muestra de su abrumadora habilidad para dar con melodías absolutamente redondas.

Kirsty MacColl. A New England

Si la versión original, firmada por el combativo cantautor folk Billy Bragg, era una auténtica maravilla, la que hizo Kirsty MacColl (hija, por cierto, de otra ilustre figura del folk británico, Ewan MacColl) es absolutamente irresistible. Ciertamente más accesible y comercial, se beneficia de unos oportunos arreglos y, especialmente, de la voz dulce pero enérgica de su intérprete.

Small Faces. All Or Nothing

Liderados por el poderoso vocalista y magnífico guitarrista Steve Marriott, los Small Faces pertenecieron por derecho propio a la aristocracia pop del Swinging London, disputándoles, por cierto, a los mismísimos Who el liderazgo del movimiento mod. Con el tiempo evolucionaron hacia el rock psicodélico, pero en su primera época grababan ejemplos de pop musculoso tan contundentes como este.

XTC. Mayor Of Simpleton

No son demasiado conocidos en nuestro país, pero XTC fue uno de los grupos más notables de la nueva ola británica. Enormemente personales y brillantes dejaron un valiosísimo catálogo de discos de pop enérgico y saltarín en sus comienzos (cercano, a menudo, al ska) y más sofisticado y barroco en su periodo de madurez. Un poco a medio camino de ambas facetas está esta deliciosa declaración de amor un poco a la manera del Wonderful World de Sam Cooke, con cuya letra guarda evidentes similitudes.

Buzzcocks. Everybody´s Happy Nowadays

Con permiso de los Undertones, los Buzzcocks fueron la mejor banda de punk melódico de la nueva ola británica o, por lo menos, la que mayor número de canciones bonitas hizo. Casi todas ellas están en su célebre y absolutamente recomendable álbum recopilatorio Singles Going Steady.

Sugar. If I Can´t Change Your Mind

Después de liderar durante la década de los ochenta a los arrolladores Husker Dü, su cantante, guitarrista y principal compositor, Bob Mould, montó Sugar, destacando también entre lo más notable de la escena alternativa de los primeros años noventa. Su primer álbum estaba realmente bien, pero sobresalía claramente este temazo de vigoroso y vitamínico pop guitarrero.

Plastic Bertrand. Ça plane pour moi

Si hay una capital europea que uno difícilmente asociaría con el punk esa es Bruselas. Y, efectivamente, la tradición punki de la que pasa por ser una de las capitales más aburridas del Viejo Continente se limita a muy poco más que esta auténtica genialidad perpetrada por un músico que, para colmo y aunque tuvo una carrera bastante larga que se prolonga hasta bien entrado el siglo XXI, no volvió a lograr, ni de lejos, una repercusión parecida (ni una canción tan buena como esta).

Bobby Fuller Four. I Faught The Law

La prometedora carrera del texano Bobby Fuller se vio truncada con su trágica muerte cuando solamente tenía 23 años. Empezaba a gozar por esas fechas del éxito de I Faught The Law, una magnífica versión de una canción escrita por Sonny Curtis (miembro de los Crickets de Buddy Holly), que llegó a situarse en el top 10 de las listas de éxito americanas. Igual de buena (o quizá aún mejor) es la versión que los Clash registraron en 1979.

Elton John. Saturday Night´s Alright For Fightin

Como todo el mundo sabe, Elton John es insuperable en sus clásicas baladas y medios tiempos escritos con piano. Casi todos sus grandes éxitos muestran un patrón parecido. Sin embargo, cuando se desmelena y cede el papel protagonista a las guitarras, a veces es aún mejor. Así sucede con esta vibrante y acelerada llamada a la acción que podrían haber firmado los mismísimos Who.

The Supernaturals. The Day Before Yesterday

Daniel Wylie, líder de los Cosmic Rough Riders y responsable de una brillante carrera en solitario, sostiene que Glasgow es, al menos desde los años noventa, la capital mundial del rock and roll. Suena, quizá, algo exagerado, pero lo cierto es que son muchísimos los grupos sobresalientes que la muy lluviosa ciudad escocesa proporciona a la escena musical internacional. Uno de ellos era The Supernaturals, quienes, en plena fiebre del Brit Pop, debutaban en 1997 con un álbum repleto de estimulantes melodías. Lanzada como single, esta canción fue su éxito más notable.

Marshall Crenshaw. Someday, Someway

Un tipo cuya primera banda se llamaba A Splendid Time Is Guaranteed For All no puede hacer otra cosa que canciones positivas y luminosas. Después de aquel primer proyecto, Marshall Crenshaw hizo de John Lennon en la que probablemente fuera la primera banda tributo de la historia, allá por mediados de los setenta. Por fin debutó en solitario en 1982 con un disco fabuloso de pop con acento rockandrollero. En él destacaba especialmente Someday, Someway, que en su día fue un modesto éxito.

Hoodoo Gurus. Good Times

Quizá no la mejor pero sí la más dulce canción de los Hoodoo Gurus lo era, en parte, por contar con nada menos que las Bangles al completo haciendo coros. Y por tener un estribillo irresistible. El cuarteto, una de las mejores bandas del rock australiano de los ochenta, lanzó este single en el verano del 87 para promocionar su fabuloso tercer álbum, Blow Your Cool.