La pieza, de unos treinta minutos de duración, es un conjunto de composiciones musicales de Ruiz Zafón que han sido seleccionadas y arregladas por la Orquestra Simfònica del Vallès y con la que tanto el escritor como la OSV han querido dotar de una banda sonora el universo del Cementerio de los Libros Olvidados.

La orquesta vallesana y el pianista Gregori Ferrer interpretarán este estreno mundial en un concierto en el que también se ofrecerá la Shéhérazade de Rimski-Kórsakov.

El proyecto

El pasado mes de diciembre se cumplió un año desde que la dirección de la OSV se puso en contacto con el escritor para formularle la propuesta de crear una suite sinfónica titulada La sombra del viento, que recogiera algunas de las piezas musicales que el escritor ha compuesto a lo largo de los años en torno a los escenarios, personajes y atmósferas de su obra literaria.

Un año después, el trabajo se ha concluido. Inicialmente estaba previsto que el propio Carlos Ruiz Zafón interpretase su suite en ambos conciertos, pero por motivos de agenda, debido a que está trabajando en la conclusión de su nueva novela, no podrá asistir. En su lugar, Gregori Ferrer interpretará la pieza acompañado de la orquesta.

Vertiente musical

La primera vez que Carlos Ruiz Zafón apareció en televisión no fue como escritor, sino como músico. Fue en los inicios de la década de los años ochenta, siendo aún un adolescente que actuaba como joven compositor y pianista en un programa realizado desde los antiguos estudios de Televisión Española en Miramar. Ese mismo día, el invitado de honor del programa era el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, que escuchó a un joven interpretar en directo al piano una composición políticamente poco correcta titulada El blues del Tecno-Papa.

Desde entonces, Ruiz Zafón ha desarrollado paralelamente a su vocación literaria una intensa dedicación a la música. De hecho, años antes de llegar a ser conocido como escritor, trabajó como compositor, arreglista y músico en diferentes grabaciones discográficas y creando piezas musicales para televisión. En 1992 decide convertir la literatura en su dedicación profesional exclusiva, manteniendo la música como afición personal.