Si bien resulta reseñable ese consumo masivo de música en directo, concierto tras concierto, de esos grupos a los que, si no te pierdes estas citas, puedes ver envejecer a lo Cuéntame (interesante concepto, robado, por cierto, de un entendido periodista), se plantea la pregunta de cómo de representativa es esta realidad de los festivales respecto a lo que está sucediendo hoy sobre los escenarios españoles. En resumen, ¿España mima a sus músicos?

Guitarra, afine, sorbo y ¡acción! Lo que parece una luna miel sin fin muestra un panorama centrado en dos o tres grandes citas anuales, pero que no contribuyen a la gestación de nuevos grupos, ni brindan el apoyo necesario para verlos crecer o salir de nuestras fronteras para convertirse en embajadores musicales patrios.

Dejemos aparte a los formatos televisivos o a Raphael. Hablamos del pasado, presente y futuro de la música española: de cómo se pasa del “mamá quiero ser artista” al “gracias por estas aquí, os quiero”. ¿Qué oportunidades reales hay para esas nuevas vocaciones?

Con esta pregunta planeando en el ambiente, el proyecto Girando por Salas (GPS), impulsado por el Instituto Nacional de Artes Escénicas y de la Música (INAEM) del Ministerio de Cultura y la Federación Coordinadora del Circuito de Músicas Populares, cobra un sentido muy especial: “Queremos apoyar a los grupos emergentes, profesionalizar el sector, pues se ayuda sus diferentes actores –músicos, salas y discográficas–, y servir de link entre la red de locales de pequeño y mediano formato y los artistas”, explica Herminia Martínez, coordinadora en sus últimas seis ediciones.

Su novena edición culminó con un concierto –¿cómo no?– celebrado el 28 de mayo en la Sala El Sol de Madrid, en el que actuaron Alice Wonder y Los Estanques. GPS cerraba el círculo 2019 de un proyecto ambicioso que nació para promocionar las músicas más actuales y convertirse en trampolín de los jóvenes talentos de la escena musical española.

Los Estanques.

En su última edición, GPS ha trabajado con 26 grupos (115 músicos), 146 salas, 172 conciertos (siete de media por grupo) en 17 comunidades autónomas y ha atraído a más de 11.200 aficionados a la buena música. En cifras globales, la iniciativa ya ha impulsado la carrera de 294 grupos y 1.516 músicos.

“Este circuito es exactamente lo contrario de lo que pasa en los festivales. La gran chavalada tiene su experiencia musical del año en los festivales. Pero eso no tiene repercusión de cara al invierno ni al desarrollo real de las carreras de los grupos”, recuerda Martínez.

Hay música, pero ¿cómo se consume? ¿Qué falta para poder hablar de un terreno fértil?

Aunque sobran las comparaciones, mientras el Primavera Sound ha contado este año con 15 millones de presupuesto y pide ayuda al consistorio barcelonés para mejorar instalaciones y aumentar recursos, GPS confirma que habrá décima edición, pero sus recursos dependen de la aprobación de los presupuestos del Estado. Ayudas a los artistas que se concretan en inversión para conciertos, mejoras en las salas e inversión en producción y promoción discográfica.

Las oportunidades todas, las ganas infinitas: “Jazz, flamenco, rock, pop, folk, hip hop, rap… Aunque se presentan grupos de todos los estilos, en España se hace más rock que otro tipo de música. En GPS entran grupos muy consolidados que tienen hasta tres discos en la calle y luego hay otros que sólo tienen uno. El perfil es muy variado. No hay corte y tratamos de que la selección represente el perfil de las candidaturas”, recuerda la coordinadora.

“España es un país muy musical. Hay mucha creatividad, pero no hay público formado en la misma proporción. No hay una buena educación en cultura musical. Se percibe más como ocio que como una actividad cultural”, se lamenta Herminia Martínez.

Y qué mejor que Girando por Salas para cultivar esa cultura musical de infinitas formas que nos transforma en una sociedad muchos más rica y con los oídos bien abiertos.