El barítono Oleg Bryjak, intérprete de Alberich, regresaba a la ciudad alemana, donde residía y formaba parte del ensemble de la Ópera de Düsseldorf/Duisburg. La contralto Maria Radner, Erda en la citada producción y debutante en el Liceu, regresaba a su hogar acompañada de su marido y bebé.