Sin embargo, Especially For You es una de las grandes joyas del pop estadounidense de la década de 1980 y el paso del tiempo no ha hecho otra cosa que realzar su valor y hacerlo brillar entre lo más destacado de un año en el que se editaron muchos discos realmente sobresalientes, pero en el que, salvo muy contadas excepciones, los nombres que encabezaban las listas de éxitos no eran precisamente los que firmaban los discos más brillantes e interesantes.

Así, mientras viejas glorias como los Rolling Stones, Genesis, Lionel Richie, Queen o Elton John editaban discos poco más que discretos en el mejor de los casos, Madonna consolidaba su condición de reina del pop más accesible y comercial con True Blue y solamente alguna atractiva novedad (como los Smiths, que editaban su espléndido tercer disco, The Queen Is Dead, o los Beastie Boys, cuyo debut, Licensed to III, se convertía en el primer álbum de rap en meterse en las listas de éxitos) lograba animar el mercado discográfico, lo mejor se escondía, una vez más, en el subsuelo.

Harta de producciones artificiosas, saturada por el dominio de los sintetizadores, las cajas de ritmos y los efectos de sonido de los estudios de grabación, una nueva generación de bandas y artistas regresaba a las guitarras, recuperando en buena medida el espíritu enérgico, espontáneo y desenfadado del mejor pop de los sesenta.

En Estados Unidos la revuelta guitarrera se materializó en lo que se dio en llamar Nuevo Rock Americano, movimiento que consistía, básicamente, en dar nuevo lustre, con una dosis extra de energía, a la herencia de los clásicos americanos de los años sesenta (de Velvet Underground a los Byrds, pasando por Buffalo Springfield, el folk-rock, el rock de garaje, la psicodelia o el country rock). 

Al lado de Green On Red, The Long Ryders, Violent Femmes, Dream Syndicate o los propios REM, los Smithereens representaban la faceta más “británica” del Nuevo Rock Americano. Compartían con todos ellos su devoción por las guitarras, la energía y una actitud poco condescendiente con lo que la industria pudiera esperar de ellos, pero en su caso, las influencias venían más de los Beatles, los Who y los Kinks (y Costello, los Clash y Graham Parker) que de Bob Dylan.

Empezaron al comienzo de la década editando un Ep de cuatro canciones que pasaría completamente desapercibido, y les costó lo suyo lograr un contrato discográfico. Después de casi seis años de actuar en pequeños clubes, servir de banda de acompañamiento de los Beau Brummels (banda de folk-rock garajero de los sesenta que trataba de reverdecer viejos laureles) o del mismísimo Otis Blackwell (compositor y cantante responsable de algunas de las mejores canciones de Elvis Presley o Jerry Lee Lewis), por fin, en 1986 captan el interés de Enigma, un pequeño pero prestigioso sello independiente. Antes, eso sí, Pat DiNizio había tenido que aceptar trabajos más prosaicos, como el de asistente de Suzanne Vega en una agencia de publicidad. DiNizio no le guardó rencor a Vega cuando esta tuvo que despedirle por encargo de sus jefes y, años después, le invitó a poner su voz en la preciosa balada In a Lonely Place, incluida en Especially For You e inspirada en la película del mismo título protagonizada por Humphery Bogart.

Dotado de un sonido robusto y enérgico, producido con sobriedad y elegancia por Don Dixon (uno de los nombres más reputados en los estudios del momento) y, sobre todo, plagado de canciones verdaderamente brillantes, el debut en formato largo del cuarteto de Nueva Jersey es un disco espléndido que, escuchado tres décadas y media después, no ha perdido un ápice de su gancho y frescura. 

No llegó a convencer a un público masivo, pero Especially For You fue desde el principio un favorito de los cazadores de tesoros de alto voltaje melódico y siempre tuvo fans de postín. Kurt Cobain (guitarrista y líder de Nirvana) reconoció a los Smithereens como una de sus grandes influencias mientras escribiría las canciones de Nevermind, su célebre obra maestra. El trío de Seattle escuchaba sin parar en la furgoneta una casete con el Especially For You grabado en una cara y otro disco de la banda de heavy metal Celtic Frost en la otra. Lou Reed, que se hizo buen amigo de la banda, defendió la altura de sus canciones y llegó a tocar un par de solos de guitarra en su disco de 1994, A Date With The Smithereens. Graham Parker y los Kinks han tocado con el grupo en directo y figuras como Belinda Carlisle, Julian Lennon o Suzanne Vega han participado en sus grabaciones.

El cuarteto grabó al menos otros tres álbumes formidables (Green Thoughts, en 1988, 11, en 1989, y Blow Up, en 1991) y siguieron tocando con asiduidad y editando álbumes algo más irregulares hasta la muerte de Pat DiNizio en 2017.

Desde entonces, los tres supervivientes del grupo (el guitarrista Jim Babjak, el bajista Mike Mesaros y el batería Dennis Diken) continúan tocando su brillantísimo repertorio acompañados por cantantes ocasionales, como Marshall Crenshaw o el vocalista y guitarrista de los Gin Blossoms, Robin Wilson.

La chica que tocaba el bajo como Bill Wymann

Las no deslumbrantes pero sí muy apreciables letras de Pat DiNizio abarcan asuntos habituales en la música pop, incluyendo, naturalmente, las chicas. De una de ellas habla el guitarrista y compositor de la banda en Behind The Wall Of Sleep, una de las mejores canciones de aquel formidable primer álbum.

Con el potente sonido de unas guitarras limpias pero recias en primer plano y un ritmo trepidante comienza la historia de un flechazo instantáneo sufrido por el propio DiNizio cuando se encontró con una joven que «tenía el pelo como –la modelo de la época del Swinging London– Jeannie Shrimpton en 1965», «tocaba el bajo en una banda» y «tenía una presencia como la de Bill Wymann».

The Bristols con Kimberleigh Ernst a la derecha.

La chica en cuestión, que se convierte para el protagonista de la canción en una obsesión digna de la más genuina mujer fatal («si me ordenara que matara, lo haría por ella») está inspirada en Kimberleigh Ernst, la bajista de las Bristols, grupo de los ochenta formado en Boston un poco a la manera de las Bangles.

Treinta y tantos años después del desafortunado encuentro (Pat DiNizio cuenta que la joven no le hizo el menor caso) se produjo un interesante cierre de la historia. DiNizio había fallecido en 2017 y, en enero del año siguiente, se celebró un concierto en su homenaje en el que participaron los Smithereens supervivientes junto a un montón de amigos, incluyendo nombres ilustres, como Steve Van Zandt, Richard Barone (The Bongos), Peter Zaremba (Fleshtones) o el mismísimo Dave Davies, de los Kinks.

Algunos de los que no pudieron asistir al concierto, como Suzanne Vega, Southside Johnny, Willie Nile, Don Dixon o Graham Parker, mandaron cartas o vídeos. Uno de estos mensajes llevaba la firma de Kimberleigh: «Siempre seré fan de tu hermosa música y me siento honrada de haber sido tu musa, sin saberlo, para escribir Behind the Wall of Sleep«.

15 grandes temas de The Smithereens:

Behind The Wall Of Sleep

Strangers When We Meet

Time and Time Again

Blood and Roses

The Smithereens (& Suzanne Vega). In a Lonely Place

Only a Memory

Elaine

Something New

Top Of The Pops

The Smithereens (& Belinda Carlisle). Blue Period

Yesterday Girl

Too Much Passion

I Want To Hold Your Hand

P.S. I Love You

Something Stupid