Rock básico sin la huella instrumental propia de los ochenta, es éste un trabajo de sonido atemporal con Reed recitando mejor que nunca historias pobladas por chuletas de peine en el bolsillo trasero del pantalón, traficantes de crack, putas que invitan a los polis a una mamada, negros con navajas y blancos con palos, críos que disparan a los agentes del orden público y mutilados de guerra que fuman opio para calmar el dolor… Lo que viene siendo el alegre universo de Reed desde que fundara The Velvet Underground a mediados de los sesenta y cambiara como pocos la historia del rock.

HALLOWEEN PARADE

En 1989 ya no habita el submundo de antaño y las adicciones forman parte del pasado. Cada vez se encuentra más cómodo en la imagen del rockero poeta e intelectual; los pasotes se ciñen a abroncar periodistas y pillarse explosivos e imprevisibles rebotes en las giras, pero aún tiene oído y fuerzas para levantar toda una ciudad en su vertiente más peligrosa, dura y triste, añadiendo a su talento descriptivo ciertas dosis de activismo y puyas a los que mandan.

GOOD EVENING MR. WALDHEIM

Puede que New York fuera en su momento esa clase de disco que había que agenciarse porque te hacía interesante: un trabajo crítico y de calidad que puede gustar a cualquiera sin ser al mismo tiempo un producto para las masas. Hoy, en cambio, no es una de sus obras más recordadas, privilegio que seguramente se reparten vinilos de los sesenta y setenta, su debut con la Velvet Underground, Transformer, Berlin o el directo Rock n Roll Animal.

Tres años antes de salir el disco, Reed se puso estupendo y confesó a Diego Manrique en una entrevista para el dominical de El País cuál era una de sus aspiraciones artísticas: “Me acuerdo de aquella frase de Raymond Chandler que dice ‘ella era tan maravillosa como un labio partido’. Es perfecta, una imagen infalible. Eso es lo que siempre he querido hacer, pero con una guitarra, un bajo y una batería”. Pues no había pose en aquello. Todo New York y especialmente canciones como Romeo had Juliette, Halloween Parade, Xmas in February, Endless Cycle, Good Evening Mr. Waldheim o Dirty Blvd. demuestran que Lou Reed no vacilaba cuando apelaba al magisterio del autor de El largo adiós.

DIRTY BLVD