Miwa Matreyek está presentando sus últimas piezas de videoarte y performance Myth and Infraestructure y This World Made Itself. El pasado fin de semana lo hizo en Los Ángeles, ciudad en la que vive, en el centro de arte contemporáneo REDCAT (Roy and Edna Disney/ CalArts Theater) y tuvo una excelente acogida.

Matreyek es una joven diseñadora, animadora y artista multimedia reconocida internacionalmente. Su obra se ha expuesto en festivales de cine de animación, festivales de teatro, festivales de performance, como el Sundance Film Festival (EE.UU.), Anima Mundi Animation Festival (Brasil), S8 (España), Manipulate (Reino Unido) o Santiago a Mil (Chile), etc., así como en galerías, museos de ciencias y conferencias sobre tecnología en universidades de todo el mundo.

La fuerza de la sombra

Estos dos trabajos que ahora muestra consisten en películas de animación cortas (la primera de 20 minutos y la segunda de 30) que se convierten en performances en directo al introducir su sombra, al introducirse ella misma. La artista sumerge al espectador en experiencias artísticas que son cinematográficas y teatrales a la vez. Éste se siente en un mundo mágico y envolvente ante la presencia de dos escenarios que convergen en una realidad surrealista. Matreyek explora el ilimitado potencial estético de la animación y del videoarte cuando se combinan con el cuerpo en movimiento.

En Myth and Infraestructure, su sombra es el dios creador. La ciudad moderna aparece bajo sus pies y en sus brazos se dibujan bosques, autopistas y carreteras. Sus manos apagan el fuego, tocan las estrellas, transforman los objetos cotidianos y acarician las olas del mar.

Desde el inicio del universo

This World Made Itself es una metáfora de la historia desde el inicio del universo, cuando sólo había bosques y mares, hasta la época moderna de ciudades industriales y urbanas. Su sombra va a experimentar el choque entre ambos ambientes, lo que le da a la obra también un contenido crítico. El vídeo no tiene una narrativa tradicional sino que, atravesando el tiempo y el espacio, salta del presente a la antigüedad, y del macrocosmos al microcosmos. Matreyek se confiesa una apasionada de las ciencias y espera con este trabajo, que ofrece una aproximación estética y atractiva a la naturaleza –y al espacio, a los planetas, al sistema solar, a los ecosistemas, a los océanos, al interior del cuerpo humano–, despertar el interés científico en un público de todas las edades.

La música embaucará aún más al espectador, que mirará las imágenes atónito y con la expresión propia de un niño. El ejercicio de poder traspasar cualquier barrera física hacia todo mundo imaginable resulta muy creativo y original. Al jugar con los contrastes entre el tamaño de su sombra y el tamaño de los cuerpos de la pantalla, Miwa consigue un mayor efecto de ilusionismo y ensoñación.