Asimismo, el fallo valora que el autor «traza de manera inteligente y profusamente documentada la historia sociocultural de nuestro país en la época de entreguerras desde una perspectiva novedosa al mostrar —y demostrar— que la sociedad española de ese momento estaba abierta a la modernidad que llegaba, especialmente, de Estados Unidos» y que «proporciona una visión moderna de nuestro pasado y de cómo se integraron las nuevas formas de ocio y entretenimiento, así como la fascinación que en todo ello ejerció, desde el cine hasta los rascacielos, pasando por el jazz, y cómo condicionó las prácticas sociales».

Fuentes está especializado en historia contemporánea y es catedrático en la Universidad Complutense de Madrid. Entre sus obras se incluyen Adolfo Suárez. Biografía política (2011); Con el Rey y contra el Rey. Los socialistas y la monarquía (2016); Totalitarianisms: The Closed Society and Its Friends (2019); y La generación perdida. Una encuesta sobre la juventud de 1929 (2022). En colaboración con Javier Fernández Sebastián ha escrito Historia del periodismo español y ha codirigido el Diccionario político y social del siglo XX español.

Este premio, concedido por el Ministerio de Cultura, está dotado con 30.000 euros. En su pasada edición reconoció a Javier Moreno Luzón, uniéndose a una lista de galardonados entre quienes se encuentran Encarnación Lemus, Ofelia Rey Castelao, Antonio José Díaz Rodríguez, Fernando del Rey Reguillo, Anna Caballé, Santiago Muñoz Machado o Carmen Sanz Ayán, entre otros.

El jurado ha estado presidido por Jesús González González, subdirector general de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas del Ministerio de Cultura. Como vocales han actuado Elena E. Rodríguez Díaz, propuesta por la Real Academia de la Historia; Leticia Azcue, por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando; Carlota Solé, por la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas; Feliciano Barrios, por la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación; Joan Fuster, por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas; Alfonso Javier Sánchez García, por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España; Ana María Rodríguez López, por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas; María Cruz Romeo, por la Asociación de Historia Contemporánea; Mercedes Cabrera, por el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales; Esther Borrego, por el Instituto de Investigaciones Feministas de la Universidad Complutense de Madrid; Enrique Pascual, por el Ministerio de Cultura, y José Javier Moreno Luzón, autor galardonado en la convocatoria anterior.

¡La Gran Vía es Nueva York!

«Cuando a finales de 1931 Iliá Ehrenburg llega al corazón de Madrid, hace un descubrimiento sensacional: ¡La Gran Vía es Nueva York!».

Tras la Primera Guerra Mundial, la influencia estadounidense se extendió por todo el mundo, y España estuvo lejos de ser una excepción. En un momento de intensa modernización de la sociedad, la irrupción de la cultura de masas norteamericana despertó una pasión súbita. Para muchos españoles nacidos con el siglo, Yanquilandia, como llamó Unamuno al antiguo enemigo del 98, se convirtió en modelo de civilización y conformó decisivamente su visión del mundo. Los emigrantes transmitieron en sus cartas y fotografías la imagen de Estados Unidos como una tierra prometida, llena de avances técnicos y sociales, y los arquitectos construyeron rascacielos o «rascacielitos» que pretendían imitar a los de Nueva York y Chicago.

Juan Francisco Fuentes describe brillantemente el espíritu de los «felices veinte», una época marcada, pese al nacionalismo y el puritanismo oficiales, por el hedonismo, la libertad y la fascinación por el american way of life. En España se bailaba el foxtrot y el charlestón, triunfaban el jazz y las marcas americanas y causaban furor las estrellas del cine mudo, como Charles Chaplin y Buster Keaton, tema de inspiración de las vanguardias artísticas y literarias y, en especial, de la Generación del 27.

Este idilio con Estados Unidos, que afectó también a la izquierda, incluso en plena Guerra Civil, es un fenómeno tan revelador como poco conocido, que nos devuelve a un tiempo más complejo y a veces más divertido de lo que nos han contado.