En su intervención, el presidente elogió el «talento y genio creativo» de los premiados, que son, a su entender, «dos de los mejores activos con los que puede contar una sociedad» y destacó que ni uno ni otro «están en crisis en Madrid». No obstante, González recordó que el talento de los artistas debe ser impulsado «sin dirigismos que interfieran en la creatividad y dándoles total libertad para que lleven adelante sus obras».

En aras de favorecer al mundo del arte, el presidente pidió, además, que la fiscalidad aplicada a la cultura «sea reajustada». En su opinión, el IVA al 21% no ha funcionado, una cuestión urgente, ya que, según él, «la cultura es la esencia que identifica a una sociedad y a un país. Describe lo que somos, pero también por qué lo somos».

Teatro, Danza y Música

Once han sido los galardonados. En la categoría de Teatro, el premio ha recaído en Miguel del Arco, uno de los más brillantes autores del mundo teatral español. Este galardón se suma al Premio Valle Inclán que acaba de conseguir y a los cinco premios Max que ha conseguido a lo largo de su larga y exitosa carrera profesional.

La galardonada en Danza, Ruth Miró Salvador, es bailarina en el Ballet de la Ópera de Lyon. Se formó en el Ballet de Víctor Ullate de la Comunidad de Madrid, donde fue Primera Bailarina, y hoy es una de las más importantes de España, con un merecidísimo prestigio a nivel mundial.

José Fernández Torres, más conocido como «Tomatito», se ha hecho con el reconocimiento en Música. «Uno de los mejores embajadores de la música flamenca y un mito del flamenco», según Ignacio González.

Literatura, Artes Plásticas y Fotografía

La Literatura ha tenido su representación con Fernando Savater, quien es, en palabras de González, «uno de los pensadores más rigurosos de nuestro país, uno de los mayores defensores de la libertad y uno de nuestros más brillantes escritores».

Juan Genovés ha sido galardonado por su trabajo en las Artes Plásticas, donde destaca por la labor de renovación del arte español por la que siempre ha abogado. Sus lienzos, plasmados de la actualidad política y social, cruzan la frontera del arte y se convierten en documentos históricos.

En el apartado de Fotografía se ha premiado la trayectoria de Chema Madoz. Ganador del Premio Nacional de Fotografía en el año 2000, se trata de uno de los fotógrafos madrileños más influyentes. Lleva más de dos décadas captando con su objetivo la cotidianidad más cercana e invitando a la reflexión a través de sus fotografías.

Cine, Patrimonio Histórico y Tauromaquia

José Coronado se ha alzado con el premio de Cine. Se reconoce así los casi treinta años que el madrileño ha dedicado al cine y la televisión, una labor que, según González, ha ido ganando prestigio con los años: «El acierto y la técnica con la que ha interpretado a sus personajes a lo largo de su carrera profesional le sitúa como uno de los actores más destacados de nuestro panorama cinematográfico y teatral».

En el apartado de Patrimonio Histórico ha sido premiada Carmen Añón Feliú. Es una pionera dentro y fuera de España en la recuperación de los valores patrimoniales del jardín histórico y del paisaje como valores culturales. A su talento se debe la recuperación de los jardines de El Escorial, la Quinta de El Pardo, El Retiro o el Parque de El Capricho.

Éste es el segundo año que la Comunidad de Madrid concede el Premio de Cultura en la categoría de Tauromaquia y ha sido otorgado al cartel integrado por los diestros José Miguel Arroyo, «Joselito»; José Pedro Prados, «El Fundi»; y José Luis Bote. Los tres matadores fueron compañeros en su formación taurina en la Escuela de Tauromaquia de Madrid.

Caballé, Medalla Internacional de las Artes

La Medalla Internacional de las Artes es el máximo reconocimiento cultural que concede el Gobierno regional y rinde homenaje a los artistas que más han contribuido a difundir en todo el mundo el nombre de Madrid y su condición de espacio abierto a la cultura. En esta edición ha correspondido a la soprano Montserrat Caballé, cuyo reconocimiento traspasa nuestras fronteras.

Ignacio González elogió la intensa trayectoria profesional de Montserrat Caballé, «merecedora de este galardón por ser una de las primeras voces del mundo por su calidad vocal y perfecto dominio de la técnica».