Los comienzos

Kaplicky nació en Praga en abril de 1937, fruto de la relación de un escultor y una ilustradora de libros de botánica. Estudió Arquitectura y Diseño (VSUP) en la Escuela de Artes Aplicadas de la Universidad de Praga, obteniendo el diploma en Arquitectura.

En 1968, cuando los soviéticos invadieron su país, huyó a Londres. En su primera época en la city estuvo colaborando en varios estudios, entre los cuales destaca el de Renzo Piano y Richard Rogers, con quienes ganó el concurso de Centro Georges Pompidou.

Cuando éstos se trasladaron a París para la construcción del edificio, Kaplicky no pudo seguirles ya que no estaba en posesión del pasaporte británico y, tras pasar por otros estudios de Londres, se unió a Foster Associates (hoy en día Foster and Partners).

Tras fundar su estudio, al que llamó Future Systems, Kaplicky comenzó a desarrollar su propio estilo arquitectónico, y comenzó a proyectar un tipo de arquitectura basada en la combinación de formas orgánicas y el futurismo de alta tecnología. En parte, guarda mucha relación con la arquitectura high tech que realizaban los arquitectos Richard Rogers y Norman Foster, pero su apariencia está menos próxima a la de una máquina.

No al edificio caja

Realizó dibujos de casas de fin de semana que eran cápsulas vivas que podían ser transportadas en helicóptero, e interiores que podían ser manipulados. Kaplicky defendía que los edificios no tenían que ser cajas, "ya que las personas no somos cajas". Poco después se unió al estudio Amanda Levete, con la que se había casado poco antes, y trabajaron conjuntamente incluso después de su fracaso matrimonial. En 2008 se publicó que se iban a separar profesionalmente.

El éxito de Future Systems tardó en llegar, pero en 1999 ganaron el Premio Stirling otorgado por el RIBA (Royal Institute of British Architects) por su proyecto del New Media Centre (la Tribuna de Prensa) en Lord´s Cricket Ground.

Grandes proyectos

Sin duda, uno de sus proyectos más interesantes es el Edificio Selfridges, en Birmingham, que ganó la medalla del RIBA, donde reinterpretaron la noción de los almacenes, no solo en su apariencia, sino también en cuanto a la función social que el edificio juega en la sociedad.

La fluidez de la forma nos recuerda a la caída de una tela o a las formas del cuerpo humano. La fachada está compuesta por discos de aluminio, creando una especie de piel como la de las serpientes, que brilla con el sol. Es la fachada de unos grandes almacenes sin escaparates.

Su último gran proyecto fue el de la Biblioteca Nacional de Praga, edificio que ganó en un concurso internacional, pero cuya construcción se paralizó por motivos políticos. Éste hubiera sido el primer edificio que Kaplicky hubiera levantado en su tierra natal. Su diseño se sitúa sobre una plataforma de mármol blanco con alas de acero inoxidable y acabado reflectante elevadas hasta el perímetro de los bordes para reflejar el edificio desde diferentes ángulos. El inmueble se va estrechando a medida que se levanta para minimizar el volumen y para extender las vistas de los alrededores. Su forma y su curvatura son una referencia a los edificios barrocos de Praga. Está cubierto con una piel color champán, con grandes círculos que proporciona luz natural a los espacios interiores.

Al final de su vida, comenzó a pasar más tiempo en Praga para presionar sobre la construcción del que consideraba su gran proyecto. Allí se volvió a casar y el día de su muerte nació su segunda hija.