Otro clásico de los 80 fue el videoclip realizado por Steve Baron para A-ha Take on me en el que se mezcla imagen real con imagen animada con una precisión técnica pasmosa.

La canción (el primer single de A-ha) había sido un fracaso en ventas por ración doble;  habían sacado dos versiones, de las cuales la primera no llegó ni a las 300 copias vendidas. Sin embargo, después de realizar el videoclip, la segunda versión de la canción alcanzó la friolera de 8 millones de copias.

Para las escenas dibujadas del clip contaron con 14 dibujantes trabajando durante 3 meses. Poco trabajo comparado con el de Ryan Larkin que para el siguiente video contó con papeles, utensilios de pintura, su mano y mucho tiempo.

Walking estuvo nominado al Oscar en 1969 por mostrar, con una lente psicodélica, gente variopinta caminando a ritmo de una música igual de orgánica y estilísticamente abierta que los propios dibujos, que exhiben con técnicas diversas el lirismo del caminar.