El nuevo complejo se levantará en la llamada New Holland Island, una pequeña isla artificial de ocho hectáreas situada en el centro de San Petersburgo creada en el siglo XVIII entre dos canales para el almacenamiento de madera destinada a la construcción naval.

Más conocido por sus inversiones en el mercado del futbol británico, donde es dueño del Chelsea Football Club, Abramovich se inició como coleccionista de arte gracias a la influencia de su novia, Daria Zhukova, hija de un magnate del petróleo ruso y propietaria de una galería de arte en Moscú, la GCCC, además de ser miembro del Consejo de Administración del Los Angeles County Museum of Art.

Entrada en el mercado del arte

Roman Abramovich anunció su llegada a la escena artística en 2008 con una inversión de más de 70 millones de euros en menos de 24 horas en dos subastas en Nueva York. La primera adquisición fue nada menos que una fantástica pintura de Lucien Freud valorada en 20 millones de euros –la mayor cantidad jamás pagada por una obra de un artista vivo– para a continuación hacerse, la noche siguiente, con un tríptico único de Francis Bacon (de 1976) por otros 50 millones, en esta ocasión récord tanto para el artista como para cualquier obra de arte contemporáneo vendida hasta el momento.

Aunque no se sabe con detalle que otras obras importantes componen la colección de Abramovich –que mantiene con un carácter estrictamente privado– la revista de arte ARTnews le ha situado en su última relación publicada este verano como uno de los 10 mayores coleccionistas del mundo, según datos constatados a partir de información proveniente de casas de subastas, marchantes de arte, comisarios y otros expertos.

new_holland_islandConcurso de arquitectos

La oferta para hacerse con la isla fue ganada por una de las empresas de Abramovich hace apenas quince días y su próxima actuación será la invitación formal a los más conocidos estudios internacionales de arquitectura a presentar sus propuestas –en un plan a seis años vista– para la transformación del antiguo terreno en un espacio artístico que además del museo incluirá diversas instalaciones comerciales.

En este sentido, el portavoz de Abramovich, John Mann, ha declarado al Telegraph: «Será un complejo multifuncional que constará de oficinas, viviendas, galería comercial y hoteles. Ahora estamos trabajando con nuestros socios y con los arquitectos. Es un proyecto fantástico para San Petersburgo. Se trata de un nuevo centro de negocios, comercio y cultura justamente en el centro de la ciudad».