Esta exposición, en la que participarán 40 artistas, entre los que destacan la serbia Marina Abramovic, el suizo Thomas Hirschhorn o el vallisoletano Ángel Marcos, ocupará 2.500 metros cuadrados y reúne una selección de obras de estos artistas procedentes de la colección del MUSAC.

El proyecto, que se suma a otras exposiciones realizadas por el museo leonés en instituciones como Santalistambul (Estambul) o MACUF (La Coruña), en ferias como Paris Photo (París) o festivales como el Hay Festival (Segovia) o el Internacional de Benicàssim, está comisariado por Agustín Pérez Rubio e incidirá en las relaciones entre el arte contemporáneo y las experiencias vitales desde diferentes ángulos e intereses.

Todas las piezas pretenden acercar dos extremos, el carácter hedonista e individualista de la vida cotidiana y el factor determinante de las circunstancias geográficas, históricas y políticas donde los conflictos suponen el centro de la existencia.

Un recorrido sentimental

La muestra invita al visitante a un viaje donde las diferencias pueden ser vistas, así como los paralelismos y contradicciones desde las primeras salas de la exposición, donde se pretende crear una serie de premisas positivas, a través de obras de Pipilotti Rist, Kimsooja o Tabaimo.

También en esta primera parte de la muestra se pueden observar la emotiva exteriorización de los sentimientos en un vídeo de Jesper Just, así como una pieza de Candice Breitz, sin olvidar el proyecto artístico-social de Alicia Framis.

Tras esta primera sala se accede a otras estancias en las que las premisas pasan a ser más ambiguas, en las que el dolor y el placer conversan de la misma manera que lo hacen en nuestra vida diaria. Así, aspectos hedonistas presentes en las piezas de Ángel Marcos o Máximo Vitali se enfrentan en este paisaje vital con aspectos políticos de las fotografías de Zhan Huan o el universo femenino imaginado de las fotografías de Carmela García.

Relaciones familiares

También resulta interesante observar las relaciones familiares e interpersonales que exhiben Enrique Marty, Tracey Moffat, MP & MP Rosado, Muntean/Rosemblum o Ryan McGinley, junto a trabajos nostálgicos que reflejan la experiencia del autor, como es el caso de Carles Congost o Wolfgang Tillmans.

En la última parte de la muestra se exhibirá un mundo extraño de obsesiones personales, que son reflejadas con brutalidad e hilaridad por los dibujos de Marcel Dzama, Fernando Renes o Álvaro Oyarzun. Además, destaca en la última gran sala de este proyecto la pieza de Tomas Hirschhorn sobre la ONU en miniatura, alrededor de la cual se exhibirán otras obras, como la que ha hecho sobre Kosovo Simeón Saiz; las fotografías de Ángel de la Rubia sobre la guerra de los Balcanes, sin olvidar las potentes imágenes de la guerra de Irak de Luc Delhaye.