El visitante se encuentra con intérpretes desnudos (un hombre y una mujer bajo los marcos de una puerta transitable, otro intérprete tumbado bajo un esqueleto, una mujer sobre un asiento de bicicleta…), que en ocasiones requieren de su participación.

Para culminar sus 40 años de trasgresión, la artista llevará a cabo su, hasta el momento, performance más larga. La propia artista permanecerá sentada 716 horas y 30 minutos ante una mesa y mirando a una silla vacía en medio de su retrospectiva, compuesta por alrededor de cincuenta obras que abarcan más de cuatro décadas de prolífica carrera, sus primeras intervenciones, piezas sonoras, obras de vídeo, instalaciones, fotografías, actuaciones en solitario y en colaboración con Ulay (Uwe Laysiepen, su socio y amante en el pasado).

Su performance más larga

Todas las actuaciones se llevarán a cabo durante el tiempo en el que permanecerá abierta la exposición, hasta el 31 de mayo, comenzando cada día antes de la apertura al público del museo y prolongándose hasta el cierre. Su propósito es permitir a los visitantes experimentar la intemporalidad de las obras.

Además, en la galería Joan y Preston Robert Tisch (situada en el sexto piso del MoMA) se incluye una instalación cronológica de Abramovic, revelando los distintos modos de representar, documentar y exhibir su efímero trabajo basado en el tiempo y los medios de comunicación.

La exposición se acompaña por un catálogo ilustrado que incluye una grabación de audio de la voz de la artista que guía al lector a través de la publicación.

Nueva York. Marina Abramovic. El artista está presente. Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA).

Hasta el 31 de mayo de 2010.