Los informes periciales encargados por el Museo han determinado que Georges Jorisch es el dueño legítimo del óleo de 110 x 110 cm. Jorisch es el nieto de Amalie Redlich, deportada a Polonia en octubre de 1941 donde sería asesinada. La Gestapo confiscó la pintura, que había sido adquirida por Redlich en 1938. Fue posteriormente comprada por un marchante de arte que intercambió la pintura al Museo de Salzburgo por otra obra.

Régimen criminal

«Por muy doloroso que sea para la colección, la provincia y toda Austria devolver esta pintura creo que el Gobierno de Salzburgo debe permanecer en el camino iniciado en 2002 y no permitir beneficiarse de un régimen criminal», ha dicho esta mañana el director del Museo, Wilfried Haslauer. Se refiere de esta forma al acuerdo alcanzado en ese año con varias organizaciones judías para devolver bienes robados por los nazis. Ahora, el gobierno y el parlamento de la provincia austriaca han de aprobar la restitución de la obra.

En enero de 2009, este museo anunció que entre sus fondos se contaban entre 10 y 15 obras de «origen sospechoso», entre las que se encontraban piezas de Egon Schiele u Oskar Kokoschka.

En 2006, la galería Belvedere de Viena tuvo que restituir cinco obras expoliadas por los nazis a los herederos de sus legítimos propietarios, entre ellas el famoso Retrato de Adele Bloch-Bauer, también de Klimt, que fue subastado poco después por 92,3 millones de euros.

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