Entre las obras que se exhibirán en la galería Guillermo de Osma hasta el próximo 3 de abril se encuentran dos obras de su etapa surrealista, muy cercanas al mundo de Paul Klee, como son Señora de 1950 y La hora del pastor de 1952.

Ya dentro del mundo de la abstracción, cabe destacar Fragmento ocre sobre marrón y Negro y pequeño óvalo blanco ambas de 1958, dos magníficos ejemplos de su primera etapa matérica.

A principios de los años 70, Tàpies se acerca al arte povera, introduciendo elementos de la vida cotidiana en sus obras, como se puede ver en la obra Serpellerie. En las tres últimas décadas vuelve de lleno a la pintura matérica, como muestra la obra Marró Amartellat, introduciendo resinas sintéticas desde los años 90, convirtiéndose en una de sus señas de identidad de los últimos años, cosa que se aprecia en Tisora (1996) y Forma negra i creu (2002).

 

Madrid. Tàpies. 1950-2000Galería Guillermo de Osma.

Hasta el 30 de abril.