El director italiano ha recibido los máximos galardones por sus grabaciones discográficas de obras barrocas y clásicas. Para la violonchelista argentina, formada en la Escuela Superior de Música Reina Sofía, se diría que conectar con el público resulta lo más fácil del mundo, tal es su carisma y su capacidad de comunicación.

Por todo ello, el programa difícilmente puede ser más atractivo: la Misa en do menor, K 427 de Mozart, un «logro de la pura fe, trágico y celestial a la vez» (Amedeo Poggi), que contará para sus grandiosos momentos vocales con la participación de cuatro intérpretes de acrisolada musicalidad, y el Concierto para violonchelo y orquesta en la menor de Schumann, que conjuga el intenso dramatismo propio de las páginas más logradas del músico de Zwickau con largas frases cantables y los esperables pasajes de virtuosismo que agotan las posibilidades técnicas del instrumento solista.