Garaicoa regresa a Santander para exponer cerca de 35 obras, entre instalaciones, vídeos, fotografías, esculturas, libros pop‐up y dibujos. El recorrido expositivo permite al visitante un acercamiento al imaginario estético y al discurso crítico de este artista reconocido internacionalmente por una obra en la que subyace la ciudad como representación de la memoria individual y colectiva.

Orden Aparente (poético‐político) muestra diferentes realidades sociales por medio de una gran variedad de lenguajes y soportes que interpelan al espectador y le conducen a un espacio para la reflexión, en el que cuestiones como la capacidad de la arquitectura para alterar el curso de la historia, el fracaso de la modernidad como un catalizador para el cambio social o la decadencia de las utopías del siglo XX se ponen de manifiesto.

Con sus comentarios ‘poético‐políticos’, el artista irrumpe en la arquitectura de las ciudades y los paisajes del siglo XXI, dando forma a imágenes que trascienden las palabras y los hechos, las crisis y las utopías. Desde sus primeras intervenciones en la calle, haciendo uso de la fotografía en su concepción estrictamente documental, hasta su producción más reciente, la arquitectura de las ciudades, y de La Habana en particular, ha sido un pretexto reiterado para articular un discurso irónico y crítico en el que los edificios que las conforman son utilizados como metáfora de utopías tanto arquitectónicas como sociales.

También se sirve Carlos Garaicoa de los mapas y del dibujo técnico, que, como convenciones, lejos de mostrar una imagen neutra y objetiva, omiten y resaltan rasgos para presentar una visión sesgada de la realidad.

Lenguaje y poesía

La muestra recoge los trabajos más representativos realizados por Garaicoa en la última década, entre los que destacan Las Joyas de la Corona (The Crown Jewels, 2009) una serie de obras que ponen de relieve un lenguaje propio a la hora de tratar cuestiones con una marcada carga política; o aproximaciones más poéticas como Jardín (de la serie La ciudad vista desde la mesa de casa, 1998) y Porque toda ciudad tiene derecho a llamarse Utopía (Because every city has the right to be called Utopia, 2001).

Además se pueden ver trabajos de la producción más reciente del artista, como Escala 1:1 (Scale 1:1, 2014), de la serie Edificios parlantes (From the Series Talking Buildings, 2011), o su nueva serie de dibujos Infames casas ocultas (Infamous Hidden Houses, 2014), entre otras.

Junto a ellas se expone Proyecto Frágil (2014), una pieza concebida específicamente para la muestra. La obra recrea, usando delgadas láminas de vidrio unidas por imanes, una gran ciudad portuaria con su geografía, barcos y grúas. Este tipo de trabajo, que el artista viene desarrollando desde 2010, remite a la fragilidad de la ciudad y de ciertas zonas de explotación de su potencial económico o político.

Catálogo

Con motivo de las exposiciones Orden Aparente (poético‐político) en la Fundación Botín y Orden Inconcluso (político‐poético), comisariada por Agustín Pérez Rubio, que acoge el Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M), se publica un catálogo en dos volúmenes donde se incluyen obras de ambas muestras. Esta edición también recoge algunos proyectos anteriores de Carlos Garaicoa que, en su conjunto, permiten profundizar más en los procesos e investigaciones de este artista.

Sobre el artista

Carlos Garaicoa (La Habana, 1967) es uno de los artistas cubanos con mayor reconocimiento a nivel internacional. Su obra ejerce de vínculo entre la que ha sido llamada la “generación de los 80” en Cuba y una generación más joven que empieza a consolidarse en el país a partir de los años 90, movimientos artísticos que constituyen lo que se ha denominado Nuevo Arte Cubano.

Sus comienzos artísticos coinciden con una de las etapas más difíciles vividas por los cubanos nacidos a partir de 1959, el llamado Período Especial, que sucedió al colapso del socialismo real en Europa del Este y al fin de la Guerra Fría. Hay que buscar en estos antecedentes la razón por la que Garaicoa sea un artista dotado con una capacidad intuitiva tan elevada y con un interés marcado por el modo en que se construyen y ponen en circulación las estructuras ideológicas. Su obra pone en cuestionamiento tanto el espacio institucional de la galería, como la misma noción de obra de arte, o la propia idea de autoría. Una heterogeneidad expresiva mediante la cual el creador se enfrenta de una manera contundente a la tradicional noción de estilo.