Un retrato es, según la Real Academia Española, la “descripción de la figura o carácter, o sea, de las cualidades físicas o morales de una persona”. Si además ese retrato se realiza en el estudio de un artista, rodeado por sus obras, ya no nos limitaríamos a las cualidades físicas o morales, sino que podemos decir que ese retrato va más lejos aún. Por eso, Jean Marie del Moral nos pone en una situación única cuando contemplamos sus fotografías. Presenta a los creadores en su hábitat, es decir en sus talleres. Esos territorios que, más que sencillos lugares de trabajo, son en realidad auténticos templos donde se fragua la creación.

Para los amantes del arte, o simplemente para los curiosos, visitar un estudio es una de las experiencias más especiales que se puede sentir. Pocas veces, o ninguna, podemos tener acceso directo para ver las obras que está concibiendo un artista, algunas iniciadas y otras ya terminadas.

A través de Del Moral asistimos a procesos creativos muy distintos para cada artista. Cada uno tiene una forma única de trabajar, aunque compartan elementos comunes como materiales de trabajo que utilizan para concretar sus ideas. Pero aparte de algunos utensilios comunes a todos, encontramos objetos y ambientes totalmente distintos acordes con la personalidad de cada uno.

Esta exposición gratuita ha sido organizada por la Subdirección General de Promoción de las Bellas Artes del Ministerio de Educación Cultura y Deporte.

La personalidad del artista

Del Moral lleva desde los catorce años en el mundo de la fotografía y, aunque empezó como reportero gráfico, ya en los años setenta encontró el camino artístico que ha marcado toda su trayectoria. Fue en esa década cuando visitó el estudio de Joan Miró en Mallorca para realizar unas fotografías del maestro, un encuentro que marcaría un antes y un después para él. Era la primera vez que entraba en el estudio de un pintor y, como recuerda, le impresionó tanto que a partir de ahí no ha parado de inmortalizar a escultores y a pintores en todos los lugares del mundo. En cada una de sus obras logra captar la personalidad del protagonista y deja patente su sello genuino.

El fotógrafo viaja incansablemente. Robert Motherwell, Roy Lichtenstein o Alex Katz son algunos de los inmortalizados en Estados Unidos. También grandes creadores nacionales como Antoni Tàpies o Pablo Palazuelo pasando por Esther Ferrer o Eduardo Chillida. Y, por supuesto, está presente en esta exposición Miquel Barceló, con quien ha viajado en numerosas ocasiones para fotografiarle en sus distintos estudios. En estos últimos años ha retratado también a los artistas chinos como Ai Wei Wei o Yue Minjun.