La actualidad de esta historia, pasada por alto desde el fin de la guerra, sigue vigente hoy en día, cuando todavía muchas de las piezas desaparecidas en el mayor saqueo cometido en la historia de la humanidad siguen en fase de restauración, búsqueda o descubrimiento, como el reciente caso de un Monet y un Renoir descubiertos entre otras piezas en 2007 en la caja de seguridad de un ex oficial nazi en Suiza.

Los depósitos ocultos

The Monuments Men detalla como miles de objetos de arte –robados en museos de zonas conquistadas o en viviendas particulares de judíos enviados a la muerte– fueron guardardos en depósitos ocultos tallados en las montañas, enterrados en minas de sal, hundidos en pantanos cenagosos o escondidos en chalets y palacios de cuento de hadas europeos, con el fin de hacer realidad la visión de Hitler de levantar un gran Museo Germánico, sin olvidar, por supuesto, el del enriquecimiento personal de los oficiales y funcionarios superiores del partido nazí.

Más de cinco millones de objetos culturales fueron robados por los nazis durante la guerra, incluyendo valiosas pinturas de Leonardo da Vinci, Vermeer, Rembrandt, y esculturas de Miguel Ángel y Donatello, amenazando con borrar la historia humana tal y como la conocemos.

Relatando la crónica de la banda más improbable de héroes que constituyeron una unidad de los aliados muy poco conocida llamada Sección de Monumentos, Bellas Artes y Archivos (MFAA), The Monuments Men presenta en detalle la emocionante carrera contra el tiempo y las cambiantes líneas de combate emprendida por estos hombres para liberar las obras de arte más preciadas del mundo de las garras del Führer.

Agobiante sensación

Su lectura es en parte como la de un libro de memorias de guerra contada por los principales componentes del grupo, la mayoría de los cuales se habían ofrecido voluntarios para la unidad, casi todos con una amplia experiencia como directores de museos, comisarios, críticos de arte, educadores, artistas, arquitectos y archiveros (en la foto con los cuatro soldados, el del centro, con gorro de tela, es James Rorimer, quien pasados los años llegaría a ser director del Metropolitan Museum of Art de Nueva York).

El libro incluye un diario de notas personales, cartas y declaraciones sacadas de entrevistas realizadas a los pocos miembros supervivientes de la unidad, un material fruto de más de trece años de interés por el tema de su autor, Robert Edsel, de los cuales cinco los dedicó a una intensa investigación. Salpicado entre los hechos se intercala un diálogo inventado que anima la historia, siempre basado en datos disponibles de la investigación.

La narración capta los elementos más duros del combate, junto con la irremediable sensación de inutilidad de estos pocos hombres –alrededor de sesenta durante la guerra ampliados hasta los trescientos cincuenta en la fase posterior– pero siempre transmitiendo al lector la agobiante imagen de búsqueda de una aguja en un pajar.

De hecho, todavía 44 años después, cientos de miles de piezas de arte, documentos y libros siguen desaparecidos, incluyendo una obra tan representativa como el Retrato de un hombre joven, de Rafael, robada en Polonia y cuyo último propietario conocido fue el Gobernador General nazi Hans Frank.

 

The Monuments Men. Allied Heroes, Nazi Thieves, and the Greatest Treasure Hunt in History.

Publicado por Center Street. Septiembre 2009. 26,99 dólares.