El Palacio de Longoria, enclavado entre las calles madrileñas de Fernando VI y Pelayo, alberga desde el año 1950 la sede central de la SGAE. Referente simbólico del paisaje urbano y de la actividad cultural en Madrid, es uno de los más significativos ejemplos de arquitectura modernista que existen en nuestro país y el más singular de cuantos todavía perviven en la capital.