La designación de Joaquín de Luz se ha realizado tras un proceso de selección que ha atendido a los principios de igualdad, mérito y capacidad, y tras someterse todos los proyectos presentados a la valoración del Consejo Artístico de la Danza.

El proyecto presentado por De Luz incide en la idea de desarrollar la identidad propia de la CND. Su propuesta va dirigida, continuando el trabajo de su predecesor, José Carlos Martínez, a definir los rasgos de identidad que distinguen a la Compañía y situarla entre las más destacadas de la escena internacional.

Para ello propone que la Compañía sea versátil, que aborde el ballet clásico, la danza neoclásica y la contemporánea, que experimente con los nuevos lenguajes con un repertorio plural y representativo de nuestra tradición cultural que sea reconocible dentro y fuera de nuestro país.

Las giras, tanto nacionales como internacionales, son otro de los objetivos clave para acercar la danza a todos los territorios y públicos. Impulsar la proyección internacional abriendo nuevos circuitos de difusión y exhibición, principalmente en EE.UU., Canadá, Asia y Oriente Próximo. Asímismo, fomentar los programas de intercambio de bailarines y coreógrafos y de coproducciones internacionales, tanto con otras compañías como con los festivales de danza.

El nuevo director también propone la creación de un proyecto de formación para bailarines jóvenes en su transición a la vida profesional, en contacto directo con la vida artística, que sirva de plataforma para el desarrollo creativo de jóvenes coreógrafos españoles y posible cantera de la compañía.

De igual forma defiende la puesta en marcha de talleres y cursos de excelencia artística que permitan la formación continua y especializada en el seno de la CND y ofrezcan oportunidades de perfeccionamiento personalizado a profesionales de la danza, tanto en su faceta de intérpretes como de coreógrafos.

Larga trayectoria

Joaquín de Luz  se formó en la escuela de danza de Víctor Ullate, para la que bailó entre 1992 y 1995. Un año después se unió al Pennsylvania Ballet (EE.UU.), con el que interpretó papeles principales en los clásicos Diana y Acteon, Coppelia y La Bella Durmiente.

En 1997 ingresó en el cuerpo de baile del American Ballet Theatre en Nueva York y un año más tarde pasó a ser bailarín solista de esta formación donde permaneció durante seis temporadas.

En 2003 llegó como solista al New York City Ballet (NYCB) y ya en 2005 fue nombrado primer bailarín. Deseaba trabajar con el director y coreógrafo danés Peter Martins. Allí ha permanecido hasta su despedida en octubre de 2018, donde llegó a ser uno de sus 20 bailarines principales. El amplio repertorio que realizó durante todo este tiempo incluye interpretaciones para August Bournonville, Justin Peck, Alexei Ratmansky y Christopher Wheeldon. Ha sido el principal bailarín en la interpretación de las coreografías de George Balanchine y Jerome Robbins. Su carrera incluye también el papel original de Tybalt en Romeo + Juliet de Peter Martins.

Desde 2013 es director artístico de la compañía Estrellas del Ballet de Nueva York e imparte clases en el School of American Ballet en Nueva York, en la escuela JKO y en el Studio Company del ABT, la Escuela de Danza de Marat Daukayev, en Los Ángeles, y en la Rock School de Filadelfia. Ese mismo año interpretó el papel principal en la nueva versión de la obra Watermill de Jerome Robbins, en la Brooklyn Academy of Music de Nueva York.