También han destacado “su compromiso social y activismo cultural que le llevan a promover proyectos de creación colectiva que estimulan el diálogo entre los artistas y la sociedad” y “su capacidad para crear puentes culturales dentro del conjunto del territorio”.

Dotado con 30.000 euros, el Premio Nacional de Teatro se concede como recompensa y reconocimiento a la labor de una persona o entidad en el ámbito teatral, puesta de manifiesto preferentemente a través de una obra o actuación hecha pública o representada durante el año 2018.

Considerado como uno de los grandes directores de la escena española, los montajes de Lima han contribuido a la actualización de los conceptos de la puesta en escena teatral.

El galardonado realizó numerosos cursos en España y fue becado por el Royal Court Theatre de Londres en su programa de residencia internacional para dramaturgos emergentes.

Fundador de la compañía Animalario, para la que ha dirigido El montaplatos (2012), Penumbra (2010), Urtain (2008), Tito Andrónico (2009), Argelino (servidor de dos amos) (2008), Marat – Sade (2006), Hamelin (2005), Últimas palabras de Copito de Nieve (2004), Alejandro y Ana (lo que España no pudo ver del banquete de la boda de la hija del presidente) (2002), Pornografía barata (2001), escrita también por él, Tren de mercancías huyendo hacia el oeste (1999), El fin de los sueños (2000) y Qué te importa que te ame (1997).

Entre sus últimos montajes destacan Shock (El Cóndor y el Puma) (2019) para el Centro Dramático Nacional (CND) –en el que volverá a estar el próximo mes de mayo con El chico de la última fila, de Juan Mayorga– y La vuelta de Nora (Casa de muñecas 2) (2018).

Como director escénico ha trabajado, entre otros, para la Comédie-Française (Las joyeuses commères de Windsor, 2011, Bonheur, 2009) y el Stadsteater de Gotemburgo, Suecia (El caso Danton, 2012, y Blackbird, 2010).

Ha ganado numerosos premios, como el Max a la Mejor Dirección por Urtain, Argelino (servidor de dos amos), Marat-Sade y Hamelin. Otros de sus trabajos han sido Moby Dick (2018) de Juan Cavestany, basado en la novela de Herman Melville; Las brujas de Salem (2017) de Arthur Miller, adaptado por Eduardo Mendoza; Sueño (2017) de la que también es autor; El jurado (2016) de Luis Felipe Blasco Vilches; Medea, de Séneca (Teatro de La Abadía, 2015); Desde Berlín, tributo a Lou Reed (Teatre Romea, 2014); Los Macbez, sobre Macbeth de Shakespeare en versión de J. Cavestany (CDN, 2014); Viento (es la dicha de amor) (Teatro de la Zarzuela, 2013) y Elling (Teatro Galileo, 2012).

El jurado ha estado presidido por la directora general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), Amaya de Miguel, y ha actuado como vicepresidente el subdirector general de Teatro del INAEM, Fernando Cerón. Como vocales han participado Antoni Casares, director de la Sala Beckett de Barcelona, la gestora cultural y directora de programación del ICAS de Sevilla, Getsemaní de San Marcos, el diseñador de iluminación y Premio Nacional de Teatro en 2011, Juan Gómez-Cornejo, el dramaturgo Alfredo Sanzol, la periodista Raquel Vidales, la profesora de Filosofía del Derecho en la Universidad Autónoma de Madrid, Cristina Sánchez Muñoz, a propuesta del Instituto Universitario de Estudios de la Mujer (IUEM) de la Universidad Autónoma de Madrid, y la actriz Julieta Serrano, galardonada el año pasado con el Premio Nacional de Teatro.

En ediciones anteriores

Entre los premiados en las últimas ediciones se encuentran Ramón Fontserè (2000), Fernando Arrabal (2001), José Luis López Vázquez (2002), Gustavo Pérez Puig (2003), José Monleón (2004), la Compañía Animalario (2005), José Mª Pou (2006), Juan Mayorga (2007), Atalaya TNT – Centro de Arte y Producciones Teatrales (2008), Vicky Peña (2009), la Compañía Teatro La Zaranda (2010), Juan Gómez-Cornejo (2011), Blanca Portillo (2012), Ramón Barea (2013), la compañía Chévere (2014), Pedro Moreno Campos (2015) y Concha Velasco (2016), Kamikaze Teatro (2017) y Julieta Serrano (2018).