Roldán, nacida en Sevilla en 1652 y conocida como La Roldana, fue la primera mujer en obtener el título de escultora de cámara bajo los reinados de Carlos II y Felipe V. La pieza recién incorporada al Prado, realizada en 1691, está firmada por la artista y representa un episodio íntimo de la Sagrada Familia durante su huida a Egipto.

"Descanso en la huida a Egipto", Luisa Roldán. 1691. Museo Nacional del Prado.

«Descanso en la huida a Egipto», Luisa Roldán. 1691. Museo Nacional del Prado.

El conjunto en terracota y madera policromada conserva una riqueza cromática excepcional, algo llamativo en una obra con más de tres siglos de vida. Su composición, cuidada al detalle y envuelta en una narrativa silenciosa, permite apreciar el virtuosismo técnico de la escultora y su capacidad para dotar de humanidad escenas devocionales.

La escultura procede de la histórica colección Güell y fue adquirida recientemente en una subasta por 275.000 euros. El Ministerio de Cultura la ha adscrito al Museo del Prado, reforzando así el diálogo artístico que la institución traza entre pintura y escultura del Siglo de Oro, y ampliando su mirada hacia el universo cortesano y religioso que definió la identidad artística hispánica.

En las vitrinas del museo, la obra convivirá ahora con nombres como Gregorio Fernández, Pedro de Mena o Juan de Mesa, y encontrará afinidades formales con contemporáneos como Luca Giordano, ya presentes en la colección.

Más allá del valor simbólico de la entrada de Roldán en el museo, la operación refuerza el compromiso del Prado con la visibilización del legado de las mujeres en la historia del arte. La institución avanza así en la restitución de espacios que durante siglos estuvieron reservados casi en exclusiva a figuras masculinas, situando a Roldán donde le corresponde: entre los grandes maestros del Barroco universal.