Las ocho exposiciones previstas, que atienden a la enorme diversidad de las prácticas artísticas modernas y contemporáneas, continúan explorando la importancia clave de las mujeres en la producción artística española: primero con la artista fundamental de la Generación del 27, Maruja Mallo, y luego con la recuperación de una de las más importantes artistas textiles del siglo XX, Aurèlia Muñoz.
La pintura será la protagonista de una nueva retrospectiva de Juan Uslé después de 20 años de la anterior, y el cine de exposición inaugura la nueva programación del Espacio 1 de la mano de Oliver Laxe. Latinoamérica llegará por partida doble, primero con la intervención de la peruana Andrea Canepa en la lona que cubre el Palacio de Cristal y después con la retrospectiva de una figura fundamental en la invención del arte de acción en los años 60: el argentino Alberto Greco, que vivió en España sus últimos años.
El artista madrileño Fernando Sánchez Castillo será el artista encargado de reabrir el Palacio de Velázquez tras las obras en sus cubiertas, y el punto álgido de la temporada lo pondrá la retrospectiva de Felix Gonzalez-Torres, artista cubano afincado en Estados Unidos, una de las figuras más influyentes de las últimas décadas y figura central en las estéticas que respondieron a la crisis del sida.
Maruja Mallo. Máscara y compás
8 de octubre de 2025 a 16 de marzo de 2026
Comisariada por Patricia Molins
Maruja Mallo (Viveiro, Lugo, 1902 – Madrid, 1995) es una de las principales figuras de la generación del 27, y la más importante representante del grupo de artistas que, por primera vez, presentaron una cosmovisión femenina desde una perspectiva también inédita, la de la mujer moderna. Esa nueva cosmovisión exigía una ruptura de géneros, tanto artísticos como sexuales. Frente a la insistencia masculina en el estilo y en la novedad formal, las mujeres introducen la heterogeneidad iconográfica y estilística —y podríamos añadir que política— como espacio de libertad en el que construir lo que Mallo llama una nueva mitología, una nueva representación del mundo, pero también de ellas mismas, reivindicando su papel como autoras.

De ahí que la autorrepresentación sea un asunto esencial en su trabajo. Mallo no solo incluye autorretratos en sus primeras obras personales, las verbenas, en las que apuesta por el arte popular y se refleja a sí misma en actitud dinámica y celebratoria; sino que hace de la identidad un eje central de su obra. Este interés le lleva a acercarse al mundo del teatro y a lo que denomina «plástica escenográfica», una serie de fotografías de ella misma situada en diversos escenarios desde los que propone una revisión transgresora de la identidad de género, de clase, artística y política. Ya en el exilio, el asunto de la identidad como algo abierto y fluido reaparece en sus naturalezas y retratos, a los que añade el elemento racial.
La exposición, organizada por el Reina Sofía y la Fundación Botín, sigue cronológicamente la trayectoria de la artista, e incluye alrededor de 90 pinturas, dibujos, escritos y documentos, además de vídeos que recogen su vida e ideas y muestran la influencia que llegó a alcanzar entre sus contemporáneos en los años treinta.
Juan Uslé. Ese barco en la montaña
26 de noviembre de 2025 a 20 de abril de 2026
Comisariada por Ángel Calvo Ulloa
Veinte años después de Open Rooms, la primera exposición que el Museo dedicó a Juan Uslé (Hazas de Cesto, Cantabria, 1954), el artista propone ahora una gran muestra antológica que ahondará en sus más de cuarenta años de trayectoria, con ese carácter permeable y extendido en el tiempo que ha dado históricamente a sus familias de obras.

De ese modo, las 10 salas en las que se desplegará la exposición se plantean desde la configuración de un relato no cronológico, sino de idas y vueltas, de retroacción y prospección, con un sutil acercamiento a los vínculos con otros medios que bordean su pintura. La importancia de las imágenes y los relatos en la pintura de Uslé radicará, no ya en la influencia que las unas hayan ejercido sobre la otra, sino en el vínculo subconsciente que ha establecido su pintura con el mundo visible, y con la posibilidad de imaginar otros escenarios, vinculando el lenguaje de la abstracción con la representación de imágenes pensadas, imaginadas, vistas o soñadas.
El Reina Sofía presenta una nueva mirada sobre la obra de un artista que, en los últimos años, ha contado con importantes muestras antológicas internacionales, y citas que lo sitúan como uno de los artistas españoles más destacados de las décadas recientes. Presente en buena parte de las colecciones más importantes del planeta, esta exposición busca reunir en el Museo un amplio conjunto de obras llegadas desde su propia colección y desde muchas de estas instituciones y colecciones privadas.
Oliver Laxe. HU/هُوَ. Bailad como si nadie os viera
17 de diciembre de 2025 a 20 de abril de 2026
Comisariada por Chema González
Oliver Laxe (París, 1982) es uno de los cineastas contemporáneos con mayor proyección internacional. Su práctica cinematográfica aborda problemáticas sociales a partir de contextos cercanos e investigaciones situadas. Entretejiendo ficción y realidad, construye una poética experimental muy personal en la que se avienen distintos géneros y lenguajes cinematográficos.
Sus primeros trabajos los desarrolla como parte de la plataforma de cine experimental no.w.here, en Londres. En 2007 se traslada a Tánger, donde crea Dao Byed, un taller cinematográfico para niños sin recursos. Esta experiencia colaborativa y comunitaria será una constante en su trabajo y de ella es resultado su primer largometraje: Todos vosotros sois capitanes (2010), premio FIPRESCI en el Festival Internacional de Cine de Cannes. A este le seguirán Mimosas (2016) y O que arde (2019), aclamados por la crítica y receptoras de numerosos galardones.

La nueva película de Laxe, Sirât (Premio del Jurado en Cannes 2025), es el objeto fundamental de esta exposición. Esta producción se convierte en un nuevo ensayo personal del autor en el que cohabitan el misticismo, la búsqueda personal, así como la hibridación de géneros. La proyección se plantea en el contexto del Museo Reina Sofía como una presentación instalativa que reta las limitaciones inherentes a la pantalla de cine.
Junto con esta obra de Laxe se mostrarán otras piezas del autor (largometrajes y cortometrajes experimentales) en un ciclo de proyecciones que dé cuenta de la complejidad y riqueza de su práctica cinematográfica. El Museo inaugura con esta propuesta la nueva programación del Espacio 1, dedicada a partir de ahora a la exposición de prácticas artísticas en cine y nuevos medios; una apuesta, que junto a la sala Cine recientemente abierta, expande y ahonda el compromiso y la reflexión sobre el cine y la imagen en movimiento.
Andrea Canepa
13 de enero de 2026 a enero de 2027
Palacio de Cristal
Andrea Canepa (Lima, 1980) intervendrá en 2026 las lonas que cubren el Palacio de Cristal del Parque del Retiro durante las obras de restauración en curso. Su trabajo parte de su profundo interés por la manera en que los objetos, los espacios y las estructuras culturales construyen narrativas sobre la memoria y la identidad colectiva. Su práctica se sitúa en un territorio de diálogo entre el arte, la sociología, la historia y la antropología, desde donde explora cómo los sistemas de organización –visuales, espaciales o simbólicos– no solo condicionan nuestras formas de percibir y habitar el mundo, sino que son constructos arraigados que a menudo operan de manera dirigida. Canepa aborda esas lógicas como objetos de estudio, apoyándose en investigaciones sostenidas en el tiempo que con frecuencia entroncan con el pasado de su país y con la historia de América Latina.

La propuesta para la segunda intervención en la lona que cubre temporalmente el Palacio de Cristal es parte de la investigación iniciada en la exposición As We Dwell in the Fold (MSU Broad Museum, Michigan, 2023), centrada en los fardos textiles de la cultura Paracas y en el ritual ancestral de envolver a sus difuntos. En este nuevo proyecto, Canepa traslada esas ideas al contexto del Palacio de Cristal, un edificio decimonónico marcado por la transparencia y por la lógica de la exhibición. Esta arquitectura de hierro y vidrio, emblema de una modernidad vinculada también a los avances técnicos, conecta con los artefactos ópticos precursores del cine. La artista convertirá así el Palacio en un praxinoscopio contemporáneo que transforma sus paños acristalados en secuencias de cubrir y descubrir textiles, un relato cíclico que cobra sentido conforme el visitante rodea el Palacio.
Alberto Greco. Viva el arte vivo
11 de febrero a 8 de junio de 2026
Comisariada por Fernando Davis
La exposición dedicada al artista Alberto Greco (Buenos Aires 1931 – Barcelona 1965) rastreará sus prácticas polifacéticas y transgresoras. La muestra seguirá el recorrido de Greco desde sus primeras obras en el ámbito del informalismo y el dibujo de raíz expresionista a las acciones artísticas que denominó «arte vivo», basadas en la experiencia cotidiana, la expansión del espacio artístico y el cuestionamiento de las nociones de obra artística y autoría.
Greco inició sus acciones de «arte vivo» en 1962, en el mercado de Les Halles de París, rodeando con un círculo de tiza y con su firma a viandantes desconocidos. Ese mismo año publicó en Génova su Manifesto Dito del Arte Vivo, que pegó en los muros de la ciudad. Por el «spettacolo d’Arte Vivo» Cristo 63, presentado en el Teatro Laboratorio de Roma, fue expulsado de Italia.

Ya en España, la muestra destacará sus proyectos colaborativos junto a otros creadores como Millares o Eduardo Arroyo. También se presentarán las acciones de «arte vivo» realizadas en Lavapiés o Piedralaves, entre 1963 y 1964. Asimismo, se recogerá su abundante producción literaria, ficciones autobiográficas en buena parte, en las que el autor rompe con la estructura continua y las limitaciones del género.
Se podrán ver además algunas de sus obras más significativas, entre ellas Besos brujos (1965) o el Gran manifiesto-rollo arte Vivo-Dito (1963), un larguísimo rollo de papel con collages de fotografías, textos autobiográficos o de ficción, e imágenes publicitarias intervenidas.
Su caminar errante y la reescritura de su experiencia flâneur, así como el uso de referencias populares (publicidad, cómics, canciones, telenovelas) trazarán un recuento autobiográfico permeado por el humor y el exceso.
Aurèlia Muñoz. Entes
29 de abril a 7 de septiembre de 2026
Comisariada por Fundació Eina
Titulada en referencia a uno de los conceptos fundamentales en la obra de Muñoz (Barcelona, 1926-2011), la exposición propondrá un análisis detallado de cinco décadas de trayectoria creativa. Organizada por el Museo Reina Sofía y el MACBA —donde se podrá ver a partir de noviembre de 2026—, da cuenta de la precocidad de la artista en cuestiones que hoy son centrales, como los imaginarios interespecie y el giro ontológico de la filosofía, el perspectivismo en la etnología o los posicionamientos no binarios en torno al género. El universo de Muñoz está poblado de seres inagotables: figuras sin género definido, personajes a medio camino entre lo humano y lo animal, cuerpos textiles cargados de presencia, arquitecturas vegetales, telas suspendidas, pájaros-cometa.

La artista fue clave en la renovación del lenguaje escultórico textil en la Europa de la segunda mitad del siglo XX. Inicialmente vinculada a la Nouvelle Tapisserie o la Escola Catalana del Tapís, desde muy temprano desbordó los límites del arte textil y la artesanía contemporánea para articular un proyecto artístico mucho más expansivo, coherente y transversal, fruto de una profunda experimentación técnica y material. A partir de los años sesenta encontró en el macramé una vía de expresión escultórica lejos de los cánones decorativos asociados a las artes aplicadas. Su obra evolucionó desde el collage y el ensamblaje hacia estructuras textiles monumentales, velámenes y esculturas en papel, anticipando preocupaciones medioambientales y existenciales hoy muy vigentes.
Esta muestra buscará abrir nuevas perspectivas sobre el singular legado de una artista fundamental, ofreciendo una mirada profunda y renovada de su universo creativo. Un universo estructuralmente innovador y conceptualmente visionario, que dialoga tanto con la ingeniería como con la etnología y combina técnicas ancestrales con recursos contemporáneos.
Felix Gonzalez-Torres. Sweet Revenge
27 de mayo a 12 de octubre de 2026
Comisariada por Alejandro Cesarco y Nancy Spector
Esta exposición abordará la obra de Felix Gonzalez-Torres (Guáimaro, Cuba, 1957- Miami 1996, fallecido a causa del sida), revisitando algunos de sus principales trabajos e instalaciones, que ejercieron una influencia fundamental en varias generaciones de artistas en España y fuera de ella.

La muestra entrelazará cuidadosamente muchos conceptos clave de su práctica y abordará la relación del artista con Madrid, a donde llega en 1971 como parte de un programa para sacar a niños de Cuba. Tras pasar un breve periodo de tiempo en España, marcha a Puerto Rico y luego a Nueva York, donde da comienzo una trayectoria extraordinariamente influyente que se compone de un seductor corpus multidisciplinar de esculturas, instalaciones y fotografías, en muchos casos dotadas de un componente performativo, pues tienen la capacidad de cambiar física y conceptualmente a través de la participación de los propietarios, los exhibidores y el público. Para Gonzalez-Torres, era fundamental la cualidad mutable de la obra, que permite que sus trabajos se mantengan abiertos y sean relevantes en cualquier momento o contexto.
En 1990, Felix Gonzalez-Torres regresa a Madrid para participar en una exposición colectiva y escribe: «Volver a Madrid después de veinte años, dulce venganza». Al adoptar este título, los comisarios se valen de la paradoja de la dulce venganza como lente metodológica a través de la cual comprender el poderoso uso de la contradicción que hace el artista.
Paralelamente, a través de un conjunto de obras que unen lo formal y lo experiencial, lo íntimo y lo colectivo, la exposición también trazará los contornos sociales y afectivos de la década de los noventa en Estados Unidos, el ascenso del conservadurismo moderno y su intención de restringir la igualdad, lo que afectó profundamente a la respuesta a la epidemia del sida que hacía estragos en la población homosexual, algo duramente criticado por Gonzalez-Torres.
Dado que un aspecto significativo de la práctica de Gonzalez-Torres era enfatizar la porosidad entre lo público y lo privado, esta exposición incluirá sus paradigmáticos retratos y fotocopias, que conjugan contextos sociopolíticos complejos con la construcción de la propia identidad a través de una sucesión de acontecimientos y fechas que van desde lo global hasta lo profundamente personal. Por su parte, sus conocidos como manifestable works, como las pilas de papeles amontonados o las montañas o alfombras de caramelos que cubren el suelo, cuestionan conceptos fundamentales de la historia del arte occidental como la autoría, apelando a la participación del espectador, hasta el punto de que este puede tomar los elementos que conforman las obras y hacerlas, potencialmente, desaparecer.
Fernando Sánchez Castillo. La perla peregrina
24 de junio de 2026 a 8 de marzo de 2027
Palacio de Velázquez
Comisariada por Ferrán Barenblit
La perla peregrina reúne un conjunto de obras significativas de Sánchez Castillo (Madrid, 1970), ahondando en el gran tema que ha definido su práctica: la cultura como medio de reflexión crítica e intervención en las narrativas del poder y la memoria social y cultural.
El título de la muestra alude a una célebre perla descubierta por un esclavo que pasó de ser un objeto suntuario a transformarse en símbolo popular. Esta errática historia le sirve de anclaje para una reflexión acerca del lugar del arte. A partir de la idea de lo bello emergiendo de lo imperfecto, traza un paralelismo para repensar su práctica artística en respuesta a las tensiones del contexto social y político.
Las escenografías que articularán la exposición están atravesadas por diversas temáticas que van desde la iconoclasia española del siglo XX, la necesidad de salvar el patrimonio de nuestras propias manos y la veneración por el objeto dentro de la economía del deseo, hasta la reflexión sobre las potencialidades de la historia y los proyectos frustrados, que la conciencia social retiene como sueños velados. Entre los recursos empleados por el artista para hilar el recorrido expositivo destacarán el humor, la performatividad y el manejo de la percepción sensorial del espectador.
La estructura de la exposición adoptará la forma de un gigantesco plató cinematográfico donde el visitante puede construir su propia investigación visual y física sobre la materialización de los fantasmas. Mediante máquinas de inyección y procesos colectivos, la muestra será capaz de replicar formas cercanas a las propias investigaciones del artista.
Renovación

Manuel Segade en la presentación de la nueva temporada del Museo Reina Sofia. Fotografía: © Luis Domingo.
Colección renovada. El 26 de mayo de 2026 el Museo cumplirá 40 años desde la inauguración del Edificio Sabatini como Centro de Arte Reina Sofía. También el año que viene inaugurará en su cuarta planta la primera fase de la reordenación de sus colecciones, que culminará en 2028 con un nuevo relato en sus tres plantas superiores. Esta presentación recorrerá 50 años de creación, desde la Transición hasta hoy, con obras de más de doscientos artistas. Organizada en tres itinerarios, incluirá por primera vez la historia del propio Museo y mostrará piezas inéditas o nunca antes expuestas. El montaje, diseñado por Xabier Salaberria y Patxi Eguiluz, se alejará de la neutralidad expositiva tradicional para articular un recorrido lineal con espacios para descanso, mediación y textos explicativos que facilitarán nuevas lecturas de la cultura visual contemporánea.
Dentro de esta renovación se abre el ciclo La historia no se repite, pero rima, que yuxtapone el Guernica con obras de otros contextos. El primer capítulo, comisariado por Tamar Garb, enfrenta la obra de Picasso con African Guernica (1967) de Dumile Feni, pieza clave de la modernidad africana realizada en plena época del apartheid.
Modernización. Avanza en sus tres sedes gracias a fondos propios y europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, con el objetivo de hacer sus edificios más accesibles, sostenibles y adaptados a nuevas tecnologías. En el Edificio Sabatini, el auditorio se transformó en 2025 en el nuevo Cine, un espacio abierto a colaboraciones con festivales, instituciones y comunidades, mientras que para 2026 se prevé la restauración de fachadas y la mejora de la accesibilidad en Sabatini, Nouvel y el Palacio de Velázquez. Este último también renovará cubiertas, climatización e iluminación LED. El Palacio de Cristal seguirá hasta 2027 con obras de restauración de la estructura y la envolvente acristalada.
Respecto a los programas públicos, comienzan líneas inéditas que abren a nuevas disciplinas la programación regular del Museo, como la música contemporánea o el cómic, pero también en un ciclo de encuentros con agentes de diferentes museos para actualizar el debate sobre el presente y futuro de las instituciones del arte contemporáneo internacional.














