Desde finales de 1940, la noción de pintura como acción abrió un inmenso campo de posibilidades que se tradujeron en el arte de la performance y en las innovadoras prácticas artísticas conocidas con el nombre de arte conceptual.

Zona frontera

Muchos artistas confirieron tanta importancia al acto creativo como a la pintura que resultaba del acto. En esta zona frontera entre la pintura y la performance, el azar o el espectador actuaron a menudo como cocreadores de la obra. Esta actitud experimental y conceptual hacia la pintura y el arte inspiró posteriormente a muchos otros artistas.

La muestra ofrece una visión geográfica y cronológica sobre el alcance del fenómeno, e incluye obras de distintas técnicas realizadas entre finales de los años cuarenta hasta la actualidad. Entre los artistas que participan en la exposición destacan, además de Jackson Pollock, Yves Klein, Niki de Saint Phalle, Jean Tinguely, Allan Kaprow, Andy Warhol, Lynda Benglis, Murakami, Bruce Nauman, John Baldessari, Paul McCarthy o Francis Alÿs.

Alumno de maestros

Considerado por muchos críticos e historiadores del arte como el máximo representante del action painting y una de las principales figuras del expresionismo abstracto estadounidense, Pollock pronto fue recordado por su revolucionaria forma de concebir el arte y por una vida marcada por los excesos y su muerte, tras un accidente de automóvil, cuando se encontraba en la cumbre de su carrera artística.

Tras cursar estudios en la Manual Arts High School de Los Ángeles en 1928 y reunirse en 1930 con dos de sus cinco hermanos en Nueva York, Pollock pasó a estudiar con el pintor muralista Thomas Hart Benton en la Art Students League y en 1935 consiguió salir de la situación de precariedad en que había vivido al ser contratado por la Works Progress Administration como asistente de pintura mural. En 1936 participó en un taller de David Alfaro Siqueiros, en el que pudo experimentar con distintas técnicas, como el aerógrafo o las pistolas de pintura, y el uso de lacas y otras pinturas sintéticas e industriales, que aparecerían más tarde en su obra.

Problemas psiquiátricos

En 1938 comenzó a recibir el primero de los muchos tratamientos psiquiátricos para intentar superar sus problemas de alcoholismo. Los analistas junguianos que le trataron hasta 1941 usaron sus dibujos para el proceso terapéutico. En ellos, Pollock exploró de manera obsesiva su subconsciente, en un estilo próximo a Picasso, Orozco o Miró. En 1942, la pintora Lee Krasner se instaló en el estudio de Pollock y se casó con él en 1945.

Un año después, Peggy Guggenheim visitó su taller, y al poco tiempo celebró una exposición individual con sus obras en la galería Art of this Century y le encargó un mural para su casa. La nueva situación económica permitió a Pollock comprar una casa de campo en The Springs, en East Hampton, y transformar un pajar en su estudio. Fue la época más prolífica del artista que, en 1946, comenzó a trabajar con sus lienzos colocados en el suelo, sobre los que lanzaba chorros de pintura, arena y otros elementos que otorgaban textura al lienzo.

Un gran figura

Las exposiciones de los siguientes años en la galería de Peggy Guggenheim, a las que siguieron otras en la Betty Parsons Gallery, su nueva marchante desde 1948, le consolidaron como una de las grandes figuras del arte estadounidense. Su reputación internacional tuvo su impulso definitivo con la publicación en la revista Life de un artículo, titulado ¿Es Jackson Pollock el pintor vivo más importante de Estados Unidos?, donde se reproducían fotografías en las que aparecía derramando pintura sobre sus lienzos. Sin embargo, Pollock sufrió otra de sus crisis y cada vez fue pintando menos. En 1956 murió al estrellarse su coche contra un árbol cerca de su casa en The Springs.

La exposición ha sido organizada por el Moderna Museet de Estocolmo y cuenta con el patrocinio de la Fundación BBVA.

Barcelona. Explosión! El legado de Jackson Pollock. Fundaciò Joan Miró.

Del 24 de octubre de 2012 al 24 de febrero de 2013.

Comisario: Magnus af Petersen.