Tecnología, diseño, movimiento y precisión se fusionan en vivo en una fascinante proyección sobre las fachadas de algunos de los edificios europeos más conocidos, caso del Museo Triennale de Milán, donde comenzó la gira el pasado 29 de septiembre, o del Conservatorio de la Música de Madrid, en la simbólica Plaza del Reina Sofía de Madrid, cuya fachada se transformó en un lienzo de luces y sombras gracias a esta inédita interpretación digital.

De esta forma, Ferri deja a un lado la paleta y el pincel para dibujar sus características formas gracias a una novedosa técnica, basada en la videoproyección o  videoarte, que busca convertir lo ordinario en extraordinario, como el propio artista indica: «en realidad las figuras que esbozo no significan nada; son imágenes surgidas de mi mente, de mi corazón. Se trata de crear arte por el puro placer del arte».

Uno de los grandes

Ferri ocupa un lugar destacado en el panorama artístico actual. A través de sus diferentes etapas se ha dejado influir por personajes de la talla de Andy Warhol, Givenchy, Audrey Hepburn o Issey Miyake, entre muchos otros, destacando por ser pionero en el uso de tubos de neón en la década de los 70.

Con 77 años, su labor innovadora ha sido y es activamente imitada por artistas que toman como referente la obra de este visionario que cuenta con obras en muchos de los museos más importantes del mundo, como el MoMA de Nueva York, el Smithsonian American Art Museum de Washington, el Instituto de Arte de Chicago, el Museo de Arte de Filadelfia, el Whitney Museum of American Art, la Galería Nacional de Arte de Washington o el Museo de Arte Moderno de Saint-Etienne en Francia. Su obra forma parte también de las colecciones privadas de los magnates más famosos de nuestros días.