El Festival de Otoño se ha convertido a lo largo de toda su trayectoria en uno de los acontecimientos culturales más señalados de cuantos se celebran cada año en Madrid. “Precisamente esta excelencia, reconocida unánimemente, es la que nos ha llevado a modificar sus fechas y a trasladar, al menos en nuestros escenarios, el otoño a la primavera”, explicó Aguirre.

La presidenta avanzó los detalles de una programación que incluye grandes estrellas en la que también tienen cabida figuras emergentes y renovadoras del panorama actual durante un acto en el que estuvo acompañada por el director artístico del festival, Ariel Goldenberg.

31 espectáculos

El XXVII Festival de Otoño en Primavera ofrecerá 31 espectáculos de teatro, danza, música y circo contemporáneo, que se desarrollarán en diez espacios de la capital y tres de sendos municipios (Alcalá de Henares, La Cabrera y San Lorenzo de El Escorial).

De estas producciones, 24 son internacionales y proceden de once países: dos de Alemania, tres de Argentina, una de Australia, dos de Bélgica, una de China, una de Estados Unidos / Nueva Zelanda, una de Finlandia, siete de Francia, dos de Italia, tres de Reino Unido y una de Reino Unido / Austria / Alemania.

Los  otros siete montajes son nacionales, de compañías procedentes de Andalucía (3), Asturias (1), Cataluña (1) y la Comunidad de Madrid (2). La inauguración correrá a cargo de una de las parejas cómicas más famosas de Francia. Jérôme  Dechamps y Macha Makeieff estrenarán en los Teatros del Canal Salle des fêtes, una pieza llena de humor, con una  particular imaginería visual y sonora.

El gran gurú

Durante la primera semana del festival también se podrá disfrutar con el gran gurú del teatro, Peter Brook, que estrenará en España 11 and 12, una obra trágica y despiadadamente cómica. En este montaje, Brook cuenta con un elenco en el que africanos, europeos, americanos y asiáticos se suben juntos al escenario para contar la historia del hombre extraordinario que fue Tierno Bokar. 

Siguiendo en el apartado teatral, destaca la presencia de directores como Daniel Veronese, que estrena Del maravilloso mundo de los animales: Los Corderos, una pieza que juega con la confusión pero que inunda de emociones; y Rodrigo García con Muerte y reencarnación en un cowboy, un espectáculo corrosivo y de marcado acento propio. Otros de los grandes de la escena presentes en el festival serán E. García Wehbi, Patrice Thibaud, Deborah Warner, Declan Donnellan, Mariano Pensotti y Luc Bondy.

En el apartado de danza destaca la presencia de Philippe Decouflé con el espectáculo Coeurs croisés, que ha sido calificado de music hall desenfrenado que se consagra al placentero ejercicio del striptease con humor y gracia. Por otro  lado, Rocío Molina une su talento al de Carlos Marquerie para la creación de Cuando las piedras vuelen, un montaje de flamenco que desborda fuerza visual y potencia estética. 

Danza, teatro y música

La danza se mezcla con el teatro y con la música en 32 rue Vandenbranden, donde la frontera entre lo real y lo imaginado se difumina mientras la música contribuye a  crear una atmósfera inquietante y melancólica característica de la compañía Peeping Tom. Y Sidi Larbi Cherkaoui y Damien Jalet se unen al artista británico Antony Gormley para crear Babel (words), un trabajo de danza que explora el lenguaje y su relación con los términos nacionalidad, identidad y religión. 

Otro de los platos fuertes del festival es el circo contemporáneo. Victoria Chaplin ha creado con su pareja, el actor Jean-­Baptiste Thierrée, espectáculos llenos de magia y poesía visual como Le cirque invisible y Le cirque imaginaire. En esta ocasión, junto a su hija Aurélia Thierrée, estrena en Madrid El oratorio de Aurélia, una fantasía  de delicada extravagancia que recuerda los paisajes quiméricos de sus anteriores trabajos. 

La música estará presente a través de Ute Lemper y Mario Gas que, juntos, nos adentrarán en un viaje a través de la poesía de Charles Bukowski. También The Ruby Suns, un grupo de Nueva Zelanda establecido en Seattle (EE.UU.), pondrá un toque de psicodelia y música étnica, y desde Berlín acudirá la imaginación y profundidad poética de Konstantin Gropper.