Durante el transcurso de unas obras, en las que se realizaban diversos trabajos de reparación en  la Basílica de Santa María de Guadalupe de Extremadura, han sido descubiertas unas nuevas pinturas, ocultas tras la última capa actual.

Las antiguas imágenes se encuentran en una crucería de la Nave de la Epístola y parece que representan llamas, con colores conservados en bastante buen estado.

El descubrimiento podría dar lugar a un estudio exhaustivo de la Basílica, cuyo deterioro es muy importante.