Tras recibir una emocionante ovación al grito de «yo sí te creo» en su paso por el Festival de San Sebastián, El techo amarillo fue también reconocido con la mención especial del jurado ‘Dunia Alonso’, que se otorgó por primera vez en la historia del certamen, y el Premio RTVE-Otra mirada. Ademá está nominado como mejor documental en los Goya.

La película se centra en las denuncias que en 2018 presentaron un grupo de mujeres víctimas de abusos sexuales continuados, entre 2001 y 2008, en el Aula de Teatro de Lleida. Los denunciados eran dos profesores del centro, uno de ellos el director de la institución, y las abusadas, más de veinte alumnas, la mayoría adolescentes menores de edad en el momento en el que se produjeron los hechos.

Además de los delitos sexuales, el documental retrata el contexto en el que se produjeron, en el que afloran las relaciones de poder y la capacidad de manipular a las alumnas para hacerlas más vulnerables y minar su capacidad de respuesta ante los perversos requerimientos de los agresores.  

Pero las denuncias llegaron tarde. En 2018, cuando se hicieron públicas, el caso ya había prescrito y no fue juzgado. Como explican con realismo frente a la cámara las propias víctimas, ya fuera por miedo, por vergüenza o por haber sido hábilmente manipuladas por unos abusadores que les doblaban la edad y ostentaban poder, tardaron mucho tiempo en manifestarse: los hechos quedaron archivados.

Lo que no sabían es que, a pesar de que lo sucedido había prescrito legalmente, sus testimonios estaban abriendo una puerta en la que, tal vez, no todo estaba ni está perdido.

Como apunta la propia directora, el título El techo amarillo está inspirado en el relato El papel amarillo de la escritora Charlotte Perkins, en el que se cuenta la obsesión con ese color de una mujer que mira hacia el techo amarillo de su dormitorio mientras está siendo maltratada por su marido. Algo que también relata una de las denunciantes abusadas, que recuerda: “No puedes parar de pensar ni apartar la vista del color del techo que tienes encima, porque no puedes mirar a otro sitio».

En la presentación del documental, Coixet comentó que supo de la historia de las menores a través de un reportaje publicado en el diario Ara, dos de cuyos redactores habían investigado los hechos. «No entendía por qué no se creía a las denunciantes y que tuviesen que estar todo el rato justificándose. Primero pensé en hacer una ficción con esta historia, pero después creí que ficcionar algo así sería traicionar una cosa que está llena de verdad. De ahí surgió la idea del documental».

«Hay gente que dice que antes estos asuntos se veían diferentes. Y la respuesta es un no muy grande, porque lo que está mal, estaba mal hace cien, doscientos años o tres días. Además todos los adultos que han dirigido teatro o cine saben perfectamente donde está la línea entre las directrices del realizador y el abuso sexual”, puntualiza la realizadora que, como queda dicho, logra con El techo amarillo un largometraje amargo, esclarecedor y, sobre todo, necesario.

El techo amarillo

Dirección: Isabel Coixet

Guion: Isabel Coixet, Laura Ferrero

Fotografía: Nadia Zafra

Música: Chop Suey

España / 2022 / 94 minutos

Distribución: BTeam Pictures