«Me alegra mucho este premio porque abarca toda mi obra, aunque siento añoranza de que no me pille haciendo cine. Me gustaría volver a decir ‘acción’ y ‘corten’ porque el cine es acción», manifiesta este polifacético profesional que recibió el Goya a la mejor dirección en 1989 por Remando al viento.
La junta directiva de la Academia de Cine ha decidido, por unanimidad, otorgar este premio al cineasta por «una trayectoria desde la que ha desarrollado una filmografía sorprendente, en la que ha experimentado con todos los géneros y desde todas las actitudes, habiendo rodado cine experimental, cine comercial y adaptaciones literarias propias y ajenas. Hombre clave en la cultura española de los últimos sesenta años, es, además, un referente indudable de inteligencia y sentido del humor».
El cortometraje Alas de tiniebla y el mediometraje El sueño de Malinche son los últimos trabajos de Suárez, que cuenta con una filmografía en la que la experimentación y la narración se dan la mano en los más de 20 largometrajes que ha firmado. «Salvo alguna excepción, no he vuelto a ver mis películas. Si volviera a empezar, haría lo mismo: inventar el cine o tratar de inventarlo y acabaría como lo he hecho».
Ditirambo, El extraño caso del doctor Fausto, La Regenta, Morbo, Parranda, la mítica Epílogo —Premio de la Juventud del Festival de Cannes—, Remando al viento —Concha de Plata y Goya a mejor dirección—, La reina anónima, El detective y la muerte, Mi nombre es sombra y Oviedo Express son algunos de sus títulos.
Suárez lleva publicando libros desde 1963 y desde 1966 dirigiendo películas protagonizadas por actores como Charo López, Francisco Rabal, José Sacristán, Fernando Rey, Fernando Fernán-Gómez, Carmen Maura, Aitana Sánchez-Gijón, Victoria Abril, Marisa Paredes, Maribel Verdú, Javier Bardem, Carmelo Gómez, Ana Belén, José Luis Gómez, Carmen Sevilla, Hugh Grant, María de Medeiros, Héctor Alterio o Donald Pleasence.
Actualmente se dedica más a la literatura y acaba de publicar El caso de las cabezas cortadas y de reeditar La suela de mis zapatos, una recopilación de sus crónicas, reportajes y entrevistas.
Poseedor de una filmografía marcada por la mezcla de géneros, de drama y humor, y la búsqueda constante de la libertad creativa, en la trayectoria de este precursor de la denominada Escuela de Barcelona, que estudió Filosofía y Letras y fue ojeador de futbolistas a las órdenes de Helenio Herrera, también figuran las producciones Aoom, Reina zanahoria, Don Juan en los infiernos, El portero y la serie de televisión Los pazos de Ulloa, entre otras.
La aventura, el ir más allá, ha marcado la vida de Suárez. «La aventura de no saber dónde iba y así me fue, llegué a donde no iba», apostilla el creador, quien destaca que el cine «está más en manos de las plataformas que de los productores de antaño que yo añoro como Emiliano Piedra. Eran productores para los que las películas eran parte de sí mismos, ponían el ánimo y la fuerza en un largometraje, y lo compartían sin restarme libertad».
Guarda un recuerdo extraordinario de la Barcelona de los sesenta, donde comenzó su trayectoria en el periodismo, la literatura y el cine. «Enseguida me sentí muy acogido» en la ciudad en la que recogerá el Goya de Honor. Suárez tiene el Premio Nacional de Cinematografía 1991, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y el Premio Luis Buñuel, y ha sido nombrado Caballero de las Artes y las Letras de Francia y de la Orden de Alfonso X el Sabio —la primera vez que se otorgaba a un director de cine—.















