El jurado recuerda que Sacristán ha trabajado con algunos de los cineastas más relevantes de nuestro cine, entre los que destaca a Luis García Berlanga o Fernando Fernán Gómez, cuyos centenarios celebramos este año, y con cineastas en activo como Carlos Vermut, Isaki Lacuesta o Javier Rebollo, conectando con distintas generaciones y sensibilidades.

“Trabajador incansable, curioso, apasionado, versátil, ha pasado de la comedia popular de los sesenta y setenta a protagonizar películas de carácter social o thrillers, personificando también la propia evolución de nuestra cinematografía”, prosigue el acta del jurado. “Y no solo ha destacado en el cine sino en el teatro o el musical. Una referencia y personalidad indisoluble del imaginario cultural de nuestro país”.

El Premio Nacional de Cinematografía recompensa la aportación más sobresaliente en el ámbito cinematográfico español puesta de manifiesto preferentemente a través de una obra hecha pública o una labor profesional desarrollada durante el año 2020, o, en casos excepcionales debidamente motivados, se otorga como reconocimiento a una trayectoria profesional. Concedido por el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), organismo adscrito al Ministerio de Cultura y Deporte, está dotado con 30.000 euros.

Desde 1960

José Sacristán debutó profesionalmente en el teatro en 1960, trabajo que, desde 1965, ha compaginado con el cine y la televisión. En la década de 1970 participó en algunas de las comedias más exitosas de la época, al tiempo que se reveló como un excelente actor dramático en trabajos como Un hombre llamado Flor de Otoño (1978), de Pedro Olea; La colmena (1982), de Mario Camus; o El pájaro de la felicidad (1993), de Pilar Miró. Ha trabajado con la gran mayoría de los cineastas españoles, destacando en todo tipo de géneros, y en los últimos tiempos ha participado en películas con nuevos directores como Javier Rebollo (El muerto y ser feliz, 2012), Carlos Vermut (Magical Girl, 2014) y Kike Maíllo (Toro, 2016).

Ha desarrollado también una parte de su carrera profesional en Argentina, donde se hizo popular en 1978 con Solos en la madrugada (1978). En ese país protagonizó Un lugar en el mundo (1992). Sacristán también se ha puesto detrás de la cámara con Soldados de plomo (1983), Cara de acelga (1986) y Yo me bajo en la próxima, ¿y usted? (1992).

A lo largo de su carrera ha recibido numerosos premios, entre los que destacan dos Conchas de Plata del Festival de San Sebastián, el Goya al mejor actor protagonista por El muerto y ser feliz (2012), el Condor de Plata de Honor, el Premio Feroz de Honor, la Medalla de Honor del Círculo de Escritores Cinematográficos y la Medalla al Mérito de las Bellas Artes. Este nuevo reconocimiento le llega en plena actividad artística. En estos momentos está representando sobre las tablas Señora de rojo sobre fondo gris y, al tiempo, rodando a las órdenes de Fernando Colomo.

Jurado

El jurado ha estado presidido por Beatriz Navas, directora general del ICAA, y Elisa Rodríguez Ortiz, subdirectora general de Promoción y Relaciones Internacionales del ICAA, ha actuado como vicepresidenta. Como vocales han estado presentes, a propuesta de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, María Luisa Gutiérrez Gómez; a propuesta de Autores Literarios de Medios Audiovisuales, María Mínguez; a propuesta de la Unión de Actores y Actrices, Natalia Poza, y a propuesta del ICAA, Juan Antonio Vigar y Jaime José Pena. También ha actuado como vocal la galardonada en la convocatoria de 2020, Isabel Coixet.

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