Baltimore —el título de la película responde al de un pueblo del condado de Cork, Irlanda, donde la fugitiva pensaba encontrar refugio— rescata lo ocurrido el 26 de abril de 1974, cuando Rose Dugdale y tres compañeros llevaron a cabo un asalto en la mansión Russborough House, en Wicklow, donde, a mano armada, robaron 19 obras maestras —entre otros, cuadros de Vermeer, Rubens y Goya— con el objetivo de apoyar la lucha armada del IRA (Ejército Republicano Irlandés) y exigir la liberación de algunos miembros de aquel grupo encarcelados en prisiones británicas.
La película se desarrolla en los días posteriores al asalto, cuando Rose, con el botín obtenido, se esconde en una apartada cabaña mientras espera respuesta a las condiciones impuestas para la devolución de las pinturas. Su inquietud crece al ver en los boletines informativos que se está gestando la mayor cacería policial en la historia de Irlanda. Cada día que transcurre se estrecha el cerco. La tensión se hace más intensa por el hecho de que está sola y embarazada.
Con un ritmo muy medido que no suelta al espectador, lo que vemos plantea cómo una rica heredera terminó escondida en las remotas tierras del oeste de Cork con un arma y un valiosísimo grupo de piezas maestras, mientras se consume el tiempo en su desesperada espera.
Imogen Poots, ganadora del premio a actriz revelación del Hamptons International Film Festival en 2012 por Knight of Cups y a la mejor interpretación femenina en el Festival de Sitges en 2019 por Vivarium, encarna a la activista a través de una sobria y medida interpretación que dota de convicción a lo narrado.
En la dirección y el guion, Joe Lawlor y Christine Molloy, matrimonio de cineastas irlandeses radicado en Londres desde finales de los años ochenta, vuelven a demostrar su querencia por una filmografía que explora temas relacionados con la identidad.
Entre sus documentales destacan The Future Tense, Further Beyond y Joy, en tanto que en el ámbito de la ficción —y siempre como tándem— han dirigido y escrito los largometrajes La interpretación de Rose, Mister John, Tiong Bahru y Helen.
La verdadera Rose Dugdale nació en 1941, en una familia de terratenientes propietarios de miles de hectáreas en el entorno de Devon. Desde muy joven dio muestras de un espíritu libre difícil de gobernar. A los 18 años rechazó de plano la presión familiar para que se casase con alguien de su clase social y se marchó a Oxford, en cuya universidad estudió ciencias políticas, economía y filosofía.
El ambiente febril de la década de 1960 sentó las bases de su radicalización y la condujo a su posterior participación en la lucha armada del IRA. Según confesión propia, los trágicos sucesos del 30 de enero de 1972, durante una marcha de protesta en Derry, Irlanda del Norte —el conocido como Domingo Sangriento—, precipitaron su decisión de unirse al grupo armado.
Tras el robo de arte y su detención en 1974, fue condenada a nueve años de cárcel. Durante su juicio, defendió su postura con un discurso apasionado, denunciando la presencia colonial británica en Irlanda y justificando sus acciones como un golpe contra la opresión.
Dugdale dio a luz a un hijo en la prisión de Limerick en 1975 y, después de cumplir su condena, siguió siendo una activista política abierta del Sinn Féin, colaborando con el IRA. A una semana de cumplir 83 años, Rose Dugdale murió el 18 de marzo de 2024 en una residencia de ancianos en Dublín. Nunca se arrepintió de los hechos que la condenaron.
La tragedia y el dolor consecuentes a décadas de conflicto abierto entre los unionistas ingleses y los nacionalistas irlandeses han sido carne de cine en numerosas ocasiones. Jim Sheridan, Neil Jordan o Ken Loach, entre otros, han dirigido filmes de distinto tono sobre esta lucha que ha dejado una herida difícil de cerrar.
Tras firmar en 2022 el documental The Future Tense, en el que abordaban las secuelas sociales y políticas de aquella guerra fratricida, Molloy y Lawlor vuelven a la carga con acierto a través de la historia de Rose Dugdale, una enigmática mujer cuyas controvertidas acciones pueden tener diferentes lecturas: desde quienes ven en ella la dignidad de quienes luchan por la justicia y la independencia, hasta quienes siguen considerándola una fuera de la ley guiada por el fanatismo.
Baltimore
Dirección y guion: Christine Molloy, Joe Lawlor
Intérpretes: Imogen Poots, Tom Vaughan-Lawlor, Lewis Brophy, Jack Meade y Patrick Martins
Fotografía: Tom Comerford
Música: Esteban McKeon
Irlanda, Reino Unido
98 minutos
Vercine