Roland, el protagonista de esta emotiva historia, nace lisiado. Un pie no le responde, y los médicos consultados coinciden en que aquella malformación condicionará que nunca llegará a caminar. Negro panorama para el menor de seis hermanos de una familia de origen norteafricano instalada en París.
Pero, como es archisabido, madre no hay más que una. Y Esther, aquella mujer, tras agotar lo que la medicina tenía que decir sobre el pequeño, se niega a aceptar el veredicto y decide tomar las riendas del asunto.
Mediante una combinación de fe inquebrantable, negación de lo que parecía evidente y una encomiable testarudez, Esther está decidida a desafiar cualquier adversidad para conseguir que su hijo sea feliz, lo que implica que pueda andar con normalidad.
La decisión de aquella mujer es tal que, para evitar que el niño se sienta desplazado, lo saca de la escuela y le enseña ella misma a leer y a escribir en casa, con la ayuda de las canciones de Sylvie Vartan. La célebre cantante y actriz participa en la película interpretándose a sí misma.
Érase una vez mi madre está protagonizada por la actriz francoargelina ganadora del César Leïla Bekhti, que logra verdad en cada plano. La acompañan en el reparto el humorista Jonathan Cohen, la también ganadora del César Jeanne Balibar y Joséphine Japy.
El filme tiene dos partes muy definidas. La primera, sin duda la más sólida, refleja la infancia del protagonista hasta que comienza a superar su problema. La segunda, con un Roland ya adulto, explora la relación entre madre e hijo. Es el momento en el que el protagonista demanda libertad ante una madre que se resiste a dejar de ser la guía exclusiva de su hijo. Entre amores y entregas surgen algunos roces que no eclipsan el fondo de una película llena de buenos sentimientos.
El realizador y guionista canadiense y francófono Ken Scott comenta como, tras leer la autobiografía de Roland Pérez, «me sentí plenamente identificado con él por cómo, gracias al tesón de su madre, superó su incapacidad y logró la felicidad. Supe que tenía que hacer, como él lo hizo a través de su autobiografía, una declaración de amor a las madres: a la suya, a la mía, a la de todos».
Érase una vez mi madre
Dirección: Ken Scott
Guion: K. Scott sobre la autobiografía de Roland Perez Mi madre, Dios y Sylvie Vartan
Intérpretes: Leïla Bekhti, Jonathan Cohen, Jeanne Balibar, Joséphine Japy y Sylvie Vartan
Fotografía: Nicolas Errèra
Música: Guillaume Schiffman
Fancia, Canadá / 2025 / 102 minutos
A Contracorriente Films