Similitudes aparte, -esas dos metáforas intemporales del hombre que valiéndose de la desgracia domina al hombre-, el tema quedó servido y bien servido para que, ahora, el cine lo rescate a través de la mano del director brasileño Fernando Meirelles, responsable también de la notable La ciudad de Dios y la tópica y facilona El Jardinero fiel. Y, en parte, el rescate cinematográfico (como tantas veces sucede con las adaptaciones literarias a la pantalla) resulta fallido.

A ciegas, que contiene aciertos incuestionables como la actuación entregada de Julianne Moore, no transmite ni la credibilidad ni la sensación de apocalispsis que el texto literario desprendía y el resultado es una especie de «sí es no es» que cala poco en el espectador. Se puede ver, pero sin la convulsión que el libro buscaba y eso, en sí mismo, es un fracaso.

 

Sin derechos

The visitor, propuesta que por su interés adelantamos en la pasada entrega de este blog, plantea la resurrección a la vida que experimenta un maduro y solitario profesor de universidad que, tras enviudar, recupera la ilusión a raíz de un casual encuentro con un joven sirio sin documentos que intenta salir adelante tocando percusión en parques y bares nocturnos neoyorquinos.

Trama sencilla para una propuesta grande. Elogio a la serenidad. Desde el primer al último fotograma asistimos a una forma de hacer cine que tiene sus claves en la ausencia de prisas, en los planos fijos, en los silencios, en una mirada reposada y sensible que se apoya en unos intérpretes excepcionales, entre los que en su entrañable personaje deslumbra Richard Jenkins, ¡por fín en su primer papel protagonista!.

Cálida pero sin sensiblerías, desdramatizando las aristas, que las tiene, The visitor constituye un grito sin aspavientos, una denuncia a la desconfianza oficial, una oportunidad para la reflexión en torno a la inmigración y sus difíciles circunstancias tras el atentado de las «Torres Gemelas en aquellas tierras, durante tanto tiempo tenidas como paradigma de las oportunidades.

The visitor
Dirección: Tom McCarthy
Intérpretes: Richard Jenkins, Haaz Sleiman, Hiam Abbass y Danai Gurira.
EE.UU. / 103 minutos / 2008

 

My blueberry nights

En el marasmo de estrenos y salidas de las pantallas no puede pasar desapercibida esta deslumbrante My blueberry nights que, no se sabe porqué, llega a los cines españoles sin la adecuada promoción y con un año largo de retraso.
Otro tipo de pasión guía las noches y los destinos de quienes deambulan por esta hipnótica apuesta del director asiático Wong Kar Wai, que ya había demostrado en sus envites precedentes unas peculiarísimas señas de identidad. My Blueberry nights nos instala ante una de las más fascinantes propuestas que puedan verse hoy en una sala de cine. Con el telón de fondo de escenarios genuinamente americanos Wai explora el dolor y los vaivenes de una serie de personajes (tres mujeres y dos hombres) emocionalmente tocados y cuyas historias se entrecruzan en el viaje que una de ellas; la más joven.

Aunque nunca haya oído hablar de este director ni de esta cinta. Aunque, en principio, otras opciones le atraigan más. Aunque probable y tristemente le cueste encontrar dónde se proyecta… búsquela. No la deje escapar. No se arrepentirá de esta inquietante ( y creativa) forma de acercarse a una, (o varias), historias.

My blueberry nights
Director: Wong Kar Wai
Intérpretes: Norah Jones, Jude Law, Natalie Portman y Rachel Weisz.
China. Francia. Hong Kong / 90 minutos / 2007