Todo tiene su valor - hoyesarte.com

Basada en el superventas homónimo de la autora danesa Janne Taller, que ha vendido millón y medio de ejemplares en treinta países -en el nuestro la edición corrió a cargo de Seix Barral-, Nada bascula entre el thriller y el drama para situar al espectador ante un perturbador relato del que la propia escritora, que ha trabajado durante años para la ONU en el abordaje de conflictos humanitarios, puntualiza: “Los editores me encargaron una narración juvenil y la escribí partiendo de la idea de que por estar dirigida y protagonizada por y para adolescentes no tenía por qué ser ingenua. Soy consciente de que el relato puede generar controversia”.

Y, en efecto, lo genera la historia de Pierre Anthon, un chaval que se debate entre el abandono de una infancia que va dejando atrás y la entrada en el mundo de los adultos. Él y sus compañeros de clase acaban de comenzar el curso cuando Pierre declara que la vida no tiene sentido y se marcha del colegio para encaramarse en un árbol del que decide no bajarse.

Su postura provoca una crisis existencial entre sus amigos y compañeros que se ponen en marcha para reunir sus pertenencias más valiosas con el objetivo de convencerle de que está equivocado. Esa búsqueda la toman como un reto en cuya consecución arriesgarán mucho de sí mismos sin que les eche para atrás el hecho de trasvasar límites. Líneas rojas a través de las que descubrirán que sólo al perder determinadas cosas se aprecia su auténtico valor.

Trine Piil Christensen, que también firma el guion, confiesa que la lectura de Nada le obsesionó y que inmediatamente quiso llevarla al cine. Lo hace apoyándose en un grupo de muy jóvenes actores entre los que destacan Vivelill S. Holm y Harald K. Harmann, a los que acompaña la veteranía siempre solvente de Peter Gantzler.

El resultado es una de esas propuestas que remueven al espectador en su butaca e inevitablemente le llevan a reflexionar sobre el difícil paso que en la mayoría de las existencias comporta hacerse adulto.